El puente Felipe VI, anteriormente conocido como Príncipe de Asturias, cumple 19 años. Situado entre las glorietas de la Ciudad de Brujas y la que da acceso al barrio de San José, Leonardo da Vinci, fue inaugurado sin la presencia del actual Rey un 9 de junio del 2000.
Y es que, pese a la importancia que le ha dado a los vecinos de la zona, pudiendo cruzar el río hacia la zona centro por un nuevo camino, sin tener que desplazarse a los ya existentes, la Casa Real declinó la invitación del Ayuntamiento en su momento para su inauguración.
Sin embargo, el nombre se le dio, más allá de por rendirle homenaje a la Casa Real en el primer puente en este sentido (el puente Juan Carlos I es de 2007), para que fuera el propio Príncipe por aquella época el que lo inaugurase.
El nombre lo recibió el 16 de marzo de 1998 por un decreto del exalcalde de Salamanca, Julián Lanzarote, y fue variado en 2015, por acuerdo plenario de los dos grupos municipales existentes en aquel entonces, PP y PSOE, por el de Felipe VI tras ser proclamado Rey de España durante junio de 2014 y pasar a ostentar la denominación su hija Leonor.
Así, 19 años después, casi nada ha cambiado en el mismo. El proyecto propuesto a la Junta de Castilla y León proponía un puente de 182 metros de longitud, sumados a la carretera ya existente, para dar acceso a la ciudad desde la margen sur del río Tormes.
Con 20 metros de ancho, y separadas por dos calzadas de 6,5 metros cada una, tiene dos carriles por sentido y aceras de trse metros en ambos lados. Consta de 5.700 metros cuadrados ajardinados con árboles y césped en su mediana y tiene 272 puntos de luz.
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