Este lunes, un Consejo de Gobierno extraordinario de la Junta de Castilla y León se reúne para valorar si la Comunidad comienza la desescalada de medidas restrictivas que se aplicaron para frenar una tercera ola que parece estar llegando a su fin. Si bien parece claro que esa desescalada se irá haciendo por provincias y no en toda la región al mismo tiempo, falta por saber cuáles serán los criterios epidemiológicos que se fijen para ir quemando etapas.
En lo que a la provincia de Salamanca respecta, casi todos los datos son buenos: la incidencia acumulada a 14 días, pese a estar en riesgo alto (161,28 casos por cada 100.000 habitantes), está a punto de bajar a riesgo medio (menos de 150 casos); un riesgo medio donde ya se encuentra el valor de la incidencia a siete días, con 65,60 casos; la positividad roza el 6% (5,97%), lo que indica riesgo bajo, muy cerca de la nueva normalidad; y la trazabilidad está en el 73,51%, también en riesgo bajo.
Entonces, ¿hay algo que frene a Salamanca de comenzar la desescalada este lunes o a lo largo de esta semana? Pues todo apunta a que sí: la ocupación de la UCI del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.
En lo que a la ocupación hospitalaria se refiere, pese a que el CAUSA sigue siendo uno de los complejos con una ocupación en riesgo alto, está muy cerca de alcanzar el valor del 10% (actualmente está en 10,84%) que le situaría en riesgo medio. Así que ese no es el problema.
Pero en lo que a la UCI respecta, actualmente está en una ocupación del 28,38%, lo que sitúa al Hospital de Salamanca en riesgo muy alto. Se necesita alcanzar el valor del 25% para entrar en riesgo alto, por lo que todavía varias personas que se encuentran en la unidad de cuidados intensivos (este domingo había 21 pacientes COVID en UCI) deberían pasar a planta. En concreto, tres pacientes menos dejarían el valor por debajo del 25%.
Así pues, habrá que esperar si el Consejo de Gobierno valora la tendencia descendente de los ingresos hospitalarios y en la UCI (tanto Igea como Casado siempre han asegurado que no sólo hay que tener en cuenta un dato epidemiológico sino también su tendencia) para permitir que Salamanca pase de Nivel 4 Plus a Nivel 4 y, por lo tanto, se abra el interior de gimnasios, centros comerciales y la hostelería (con restricciones de aforo, eso sí).