El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) ha publicado este miércoles una disposición de la Presidencia de la Junta para la bonificación del 95 por ciento de las tasas del servicio veterinario durante dos años, hasta el 31 de diciembre de 2025, y la prórroga durante otros dos de la exención de las tasas por las licencias de caza y pesca.
La proposición de ley, aprobada en las Cortes la semana pasada, recogía la bonificación del 95 por ciento de la cuota tributaria de la tasa por prestación de servicios veterinarios hasta el 31 de diciembre de 2025, ya que en la ley de medidas tributarias de diciembre de 2022 la exención fue de tres meses, por lo que cumplió su vigencia en marzo.
Se incluye una disposición adicional por la que se prorroga a los ejercicios 2024 y 2025 la bonificación sobre la cuota de las tasas por las licencias de caza de la clase A y B y por la licencia de pesca prevista en la Disposición Adicional Primera de la Ley de rebajas tributarias en la Comunidad de Castilla y León.
El Bocyl recoge la importancia de la ganadería en la Comunidad, hasta el punto que precisa que la media de la producción de la rama agraria en Castilla y León en los últimos cinco años, que ha ascendido a 6.612 millones de euros, la aportación de la ganadería es de 3.126 millones de euros, representando un promedio del 50 por ciento de la misma, 13 puntos por encima de lo que supone de media en España, que es del 37 por ciento. “Sin embargo, desde mediados del año 2020, se viene registrando un incremento en los precios de las materias primas en los mercados internacionales y una notable inflación que repercute sobre los costes que deben soportar las explotaciones ganaderas”, añade.
En este sentido, apunta que uno de los principales costes de producción lo representa el coste de la alimentación animal, llegando, en algunos casos y especialmente en el caso de las producciones más intensivas, a ocupar el 70 por ciento del total de costes de producción. “Estos incrementos tan significativos en los costes de alimentación ponen en riesgo la viabilidad de las producciones ganaderas, que ya vienen arrastrando dificultades añadidas como consecuencia de la pandemia de la COVID-19, ocasionando una interrupción económica para determinadas actividades ganaderas, lo que generó importantes problemas de liquidez y flujo de caja para los productores”, manifestó. A todo se suma, la situación de sequía.
En cuanta a la caza y la pesca, la Junta destaca que se trata de un recurso endógeno, que “puede y debe contribuir más intensamente a su desarrollo, a la fijación de población y a la mejora de la calidad de vida de sus habitantes mediante la generación de rentas y empleos”.