Los domingos son unos de esos días en los que el descanso suele ser la tónica habitual. Algo normal sin tener en cuenta unas cuantas jornadas donde las urnas, las papeletas y los discursos previos al día de reflexión se entrelazan para dar lugar a las elecciones.
Este domingo, 9 de junio, hemos vivido los comicios europeos, unas fecha señalada desde meses atrás que ha hecho que se marque el rumbo de los próximo cinco años en el Parlamento Europeo, un lugar donde 720 eurodiputados, de los cuales 61 pertenecen a España, indicarán el devenir de Europa.
En el PSOE se podía sentir en el ambiente el olor a morir en la orilla, ligeramente superados por el PP a nivel nacional y al que nos interesa, en Salamanca. Y es que, si algo tiene las elecciones, es que normalmente puede haber ganadores y vencidos, y parece que los europeístas han hecho frente a la derecha extrema que ha azotado el continente durante los últimos meses.
El Partido Socialista Obrero Español se ha reunido en su sede de San Blas, que por cierto se le atribuye como milagro sacar una espina de la garganta de un niño, algo metafórico si se tiene en cuenta lo ocurrido hoy, donde se ha quedado una pequeña espina en el PSOE de cara a saber qué es lo que ocurrirá los próximos cinco años, sobre todo para la capital del Tormes.
Los murmullos se hacían notar a medida que la televisión daba los resultados electorales. Unos comicios que las encuestas habían previsto, y en las que esta vez habían acertado tanto en el primero, segundo y tercero, o lo que los mismo, PP, PSOE y Vox.
Del mismo modo, ha agradecido a los miles de salmantinos que han seguiido confiando en la formación socialista, y ha acabado con un mensaje claro: "El PP ha ganado, pero Pedro Sánchez sigue en Moncloa"