La provincia de Salamanca continúa desangrándose. La revisión del Padrón a 1 de enero de 2020, publicada por el Instituto Nacional de Estadística, refleja que la provincia charra perdió durante 2019 un total de 874 habitantes, lo que supone una reducción del 0,3% respecto al año anterior.
Actualmente hay 329.245 personas viviendo en Salamanca, de las que 159.929 son hombres y 169.316, mujeres.
Así, y por primera vez desde que hay datos, la provincia de Salamanca baja de los 330.000 habitantes. Y es que en 2019 el número de personas que vivían en la región charra ascendía a 330.119. Se trata del undécimo año consecutivo en la que Salamanca pierde población, después de que en 2009 alcanzase su máximo de habitantes, con 354.608.
Desde entonces comenzó una sangría, probablemente motivada por la crisis económica y la falta de oportunidad para los jóvenes que esto supuso, que se traduce en la pérdida de más de 25.000 habitantes en poco más de 10 años.
Dos buenas noticias se pueden obtener de la revisión del Padrón. La primera, y que no llega a ser una buena noticia realmente, es que el descenso poblacional se ha mitigado respecto a años anteriores, ya que la misma solía estar cifrada en cuatro cifras (más de 1.000 personas).
La otra, y esto sí, es que Salamanca capital no siguió la tendencia de la provincia y creció en número de habitantes. En concreto, lo hizo en un 0,4%, alcanzando las 144.825 personas (597 más). La misma se divide en 65.661 hombres y 79.164 mujeres.
Se trata del segundo año consecutivo en la que la capital del Tormes aumenta su población, siguiendo así la tendencia iniciada en 2018. El lado negativo de esta afirmación es que, nuevamente, el mundo rural vuelve a ser el castigado.
Castilla y León también pierde población
En lo que a Castilla y León respecta, la Comunidad perdió 4.630 habitantes durante 2019 y llegó al 1 de enero de 2020, con 2.394.918, lo que supone un descenso porcentual del 0,2%, cuando el conjunto nacional alcanzó los 47.450.795, y ganó un 0,9%, es decir, 424.587 personas más.
Los datos recogidos por Ical, revelan que Castilla y León contaba a fecha 1 de enero de 2020, con 1.178.846 hombres y 1.216.072 mujeres, lo que supone 2.555 varones menos que un año antes, y 2.075 féminas por debajo de la cifra de comienzos de 2019.
El estudio de los datos del padrón revela que Castilla y León se desangra por el oeste de la Comunidad. Las cifras oficiales de población indican que, además de Salamanca, León perdió 3.562 habitantes, un 0,8% de su población, hasta los 456.439 ciudadanos, y Zamora, 1.951, el 1,1%, hasta los 170.588. Asimismo, Palencia también sufrió la despoblación, vio como desaparecían 659 habitantes, el 0,4% del total, para situar su censo oficial en 160.321.
El resto de provincias vio crecer su población. En Soria se elevaron un 0,3%, 248 más, hasta los 88.884; y en Burgos, Segovia y Valladolid, aumentaron dos décimas, y sumaron 692, 349 y 1.103 habitantes, hasta un total de 357.650, 153.478 y 520.649, en cada caso. Ávila también sumó 24 habitantes, hasta un total 157.664.
Las capitales de provincia constatan esta situación ya que sólo perdieron habitantes León, Palencia y Zamora. La capital zamorana vio como bajaban sus habitantes un 0,7%, hasta 60.988; la palentina, un 0,3%, hasta 78.144, y la leonesa, un 0,2%, hasta 124.028.
Las demás capitales crecieron en población. Además de Salamanca, Ávila (58.369) y Soria (39.821), lo hicieron en un 1,1%; y Burgos (176.418) y Valladolid (299.265), un 0,3%.
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