Investigadores de la Universidad Médica de Tokio, en Japón,han estudiado las cualidades cardioprotectoras del zumo de tomate sin sal,dando zumo de tomate a un grupo de 184 hombres y 297 mujeres durante un año.Todos ellos tenían prehipertensión o hipertensión y niveles elevados decolesterol.
Así, tras un año, los sujetos experimentaron cambiospositivos importantes, tanto en su presión sanguínea sistólica (pasó de 141,2milímetros de mercurio a 137.0 mmHg), como en su presión arterial diastólica (delos 83,3 mmHg hasta los 80,9 mmHg) o en el colesterol malo (desde los 155,0mg/dL hasta los 149,9 mg/dL).
¿Qué significa esto? Que a pesar de que la mejoría no esdespreciable, lo cierto es que la mayoría de las personas estudiadas seguíateniendo una presión arterial sistólica elevada. Significa que a pesar deayudar, si el paciente no cambia su estilo de vida no tendrá una correctafunción cardiovascular.