El desfile publicitario de Papá Noel que tuvo lugar en la tarde-noche de este domingo, 22 de diciembre, ha vuelto a tener un gran número de detractores.
Si el año pasado hubo problemas en calles céntricas porque una de las carrozas se quedó enganchada a las luces de decoración navideña, la falta de organización y previsión -otra vez- ha puesto en riesgo a muchos de los asistentes.
Además de colapsar la zona centro con un desfile cargado de connotaciones publicitarias y sin mucho criterio estético relacionado con Papá Noel, se vivieron momentos de peligro como el protagonizado en la plaza de España.
Tal y como han denunciado varios ciudadanos a Salamanca24horas.com, la aglomeración de gente que se dio cita en la parte superior de la Gran Vía, la cabalgata accedía por la calle Azafranal, hizo que el tumulto de personas llegara hasta la plaza de España.
El problema se dio porque el tráfico de esta zona estaba abierto, algo que no sucede en eventos como la Cabalgata de Reyes. Eso supuso un riesgo, puesto que los vehículos pasaron muy cerca de numerosas familias que estaban viendo el desfile, mientras que muchas otras personas tenían que ocupar la calzada para poder pasar por el lugar.
Cabe también pensar en la reciente desgracia de Alemania, en el que un conductor accedió intencionadamente a un mercado navideño con su vehículo, dejando a su paso cinco muertos. Un riesgo que a la luz de esta situación no estaba ni siquiera previsto.
Nuevos problemas con las carrozas
Este desfile publicitario de Papá Noel por el centro de la ciudad -en el que se entregaron poco más que unos globos y no a todos los niños- volvió a sufrir problemas con las carrozas.
En el acceso a la Plaza Mayor, donde la caravana tuvo que detenerse, muchas carrozas debieron ser desenganchada y empujadas para poder maniobrar y acceder al ágora salmantina.
Esto también supuso un problema de aglomeración en la zona centro de Salamanca, donde agentes de la Policía Local, que tuvo que redoblar efectivos, colocaron vallas en los accesos para controlar el aforo, cortando la entrada por la calle Toro durante varios minutos.
Por último, al incremento de horas a pagar a los agentes de Policía Local de Salamanca se sumaron también la del personal del servicio de limpieza. A todo ello, también hay que sumar el trastoque en las líneas de autobús que circulan por las vías por las que ha discurrido el desfile.
Una cabalgata que vuelve a dejar muchas dudas sobre su organización, pero también por su carácter publicitario, puesto que se hipoteca durante horas el centro de Salamanca por el beneficio de una empresa privada.
Cabe recordar que durante el mandado de Alfonso Fernández Mañueco como alcalde de Salamanca, esta misma empresa intentó realizar en repetidas ocasiones este evento, siendo siempre desechada la idea por el equipo de gobierno.
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