El Ministerio de Transportes trabaja ya en el proceso para que las dos autopistas de pago que afectan a los conductores que viajan de Salamanca a Madrid, y viceversa, pasen definitivamente a gestión pública y, por tanto, a ser gratuitas.
Se trata de los tramos de la AP-6, que conecta Collado Villabalba con Villacastín, y de la AP-51, que une el siguiente tramo desde Villacastín a Ávila. Kilómetros de autopistas que recorren cada día miles de salmantinos y que suponen un desembolso económico extra al tener que hacer frente al peaje.
Que ese coste económico que supone la utilización de la autopista para llegar hasta Madrid sea cosa del pasado, pasa por el primer proceso que ya está llevando a cabo el ministerio de Óscar Puente y que no es otro que la adjudicación de un estudio para definir las diferentes actuaciones que se deberán acometer una vez que la concesión pase a manos del Estado.
La fecha ya está fijada en 2029, año en el que finaliza el contrato de adjudicación con Abertis, y aunque todo depende del siguiente equipo de gobierno que gestione el país, la idea del actual es dejarlo todo encaminado para que esas dos autopistas, más la AP-61, pasen a gestión pública.
El estudio que ya está adjudicado pretende analizar las necesidades de las vías una vez que sean liberadas y que, se espera, tengan un mayor volumen de tráfico. Así, se busca dar respuesta a si serán necesarios más accesos a estas vías o si requieren más servicios como áreas de descanso o estaciones de combustible.
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