El gorrión común, más conocido como pardal, es una de las aves más cercanas al hombre. Tanto es así que su supervivencia depende de las actividades del ser humano. Guillermo Cordero, ornitólogo voluntario en el grupo local SEO/Salamanca admite que “es el típico pájaro que te encuentras en el parque y el único que mucha gente suele ver en los patios en busca de restos de comida, igual que las palomas”.
El gorrión es “el ave más común de Europa”, su nombre científico es ‘Passer domesticus’ y pertenece a la familia de los paseriformes. Los machos y las hembras son fáciles de distinguir, subraya Cordero, que especifica que los machos tienen un babero negro y las hembras, en cambio, tienen la cara gris sin las manchas negras. Respecto a su promedio de vida, lo normal que es que vivan 3 años, sin embargo G. Cordero indica que, aunque habrá algunos que superen los 5 años, “más de la mitad no logrará superar su primer año de vida, porque los animales pequeños suelen tener un periodo de vida corto”.
Su supervivencia es justamente lo que más preocupa ahora, ya que su dependencia del ser humano lo está abocando a una muerte cada vez más prematura. Está incluido como especie reproductora en la Lista Roja de aves de España, con la categoría de LC – Preocupación Menor, según expone SEO/BirdLife. Esto significa que es “una especie preamenazada, que todavía no ha llegado al nivel de amenazada, pero su situación es mala y su evolución pésima”, asegura este ornitólogo.
Las categorías de riesgo de las especies, indica Guillermo van de ‘Preocupación menor’, ‘Amenazado’, ‘Vulnerable’, ‘En peligro’ y En peligro crítico’.

Su situación ahora mismo es esta porque “lleva muchas décadas que su población no deja de disminuir. Se sabe que por lo menos en los últimos 25 años ha bajado un 20% a nivel nacional, aunque ya venía con declive antes”. La desaparición del gorrión de las ciudades y de los pueblos, dice Cordero que es “una mala noticia para la biodiversidad” y una “señal de alarma para nuestra calidad de vida”. Añadiendo que “en ciudades como Madrid, París o Londres los gorriones han desaparecido por completo, lo que indica el nivel de contaminación que hay estos lugares”.
En el caso de Salamanca, la situación no es mejor. De hecho, Guillermo apunta que “su población ha disminuido un 50% en los últimos 10-15 años”.
Las causas por las cuales esta ave está desapareciendo de los núcleos urbanos se debe principalmente al cambio de vida del hombre: “En los pueblos cuando desaparece el hombre, desaparece el gorrión. Antes la calidad de vida era mejor, había corrales con ganado, casas que tenían tejados con agujeros y granos del cereal en los graneros. Todo eso ayuda al gorrión a mantener su especie”. Sin embargo, ahora ha cambiado, y las principales causas por las que está desapareciendo, explica G. Cordero que son porque no encuentran un lugar para criar, por la contaminación y por los gatos.
Respecto a que no encuentran dónde anidar, el ornitólogo declara que “antes las casas eran de tejados que tenían reja árabe con agujeros, donde los gorriones podían criar. Sin embargo, ahora las casas son como legos, cuadradas, muchas no tienen ni tejados a dos aguas por lo que estos pájaros ya no tienen donde meterse”.
Otro de los problemas que describe como “muy serios” tiene que ver con la contaminación: “La contaminación está matando a los insectos polinizadores como las abejas o las mariposas que están desapareciendo, y aunque el gorrión come normalmente grano durante el año, en verano necesita comer insectos, que son proteínas para que sus crías crezcan sanas, pero la contaminación está haciendo que cada vez haya menos insectos en la ciudad y que los pájaros no encuentren comida”.

Por último, Guillermo Cordero señala a los gatos como otra de las amenazas para los gorriones: “El gato es un animal que hemos domesticado, pero que sigue teniendo instinto cazador, y en las ciudades ahora hay una plaga que está acabando con los gorriones que quedan, suponiendo una gran amenaza”.
Para garantizar la conservación de esta especie, cuya intención es “al menos recuperar el 20% de la población que se ha perdido”, este voluntario de SEO/Salamanca apunta a medidas de conservación como poner cajas nido, reducir el uso de pesticidas y reducir la contaminación.
“Pedimos al ciudadano que aprenda a convivir con las aves, que en lugar de utilizar pesticidas para matar la mala hierba que sale en la calle, opte por cortar la hierba con una máquina, que no destruyan sus nidos, y que pongan en sus jardines o incluso en el campo, en las naves, cajas nido porque así se garantiza que los gorriones, así como otras aves como los vencejos, los aviones o las golondrinas que habitan en Salamanca, pero que cada vez se ven menos, puedan vivir porque tienen un lugar donde criar y también alimento”. En cuanto a los gatos, Cordero recomienda “limitar las salidas a los patios, ponerles cascabeles o papeles de colores para que se muevan, hagan ruido y el ave pueda escapar”.
Además de en la ciudad, Guillermo advierte que “el campo se está quedando mudo porque cada vez hay menos pájaros”. Lo que señala también como un “perjuicio” para los ganaderos, a quien igualmente solicita que “instalen nidos artificiales en las paredes de las naves para que, por ejemplo, críen las golondrinas, que a su vez se comen a los mosquitos que transmiten enfermedades al ganado como la EHE o la Fiebre del Nilo”.
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