Este martes, SALAMANCA24HORAS informaba del colapso que de lunes a viernes y durante todas las semanas del curso escolar se produce en la parte baja del paseo de Canalejas entre las 13:50 y las 14:35 horas. En ese momento, la calle Cordel de Merinas queda prácticamente paralizada a consecuencia de los vehículos que aparcan en doble fila —que lo tienen permitido para la entrada y salida del colegio Calasanz, tal y como allí constata una señal de tráfico instalada por el Ayuntamiento de Salamanca— que generan un importante atasco.
El problema es mayor porque la calle Cordel de Merinas es la única salida que tienen los vehículos de la Policía Nacional al abandonar la Comisaría de la calle Jardines e incorporarse a patrullar las calles de la ciudad, o para acudir a alguna emergencia. En ese caso, el colapso de la citada vía pone en peligro no sólo a los agentes, que para poder abandonar esa zona tienen que salir en dirección contraria y a toda velocidad hacia la glorieta de Brujas, también a los conductores que entran en dirección hacia la calle Pradillo.
Sin embargo, tal y como ha podido comprobar este diario, parece que el Ayuntamiento de Salamanca ha decidido tomar cartas en el asunto y, este jueves, 4 de marzo, dos agentes de la Policía Local han dirigido el tráfico en la incorporación de Cordel de Merinas a la glorieta de Brujas y en la salida de la propia rotonda hacia la Facultad de Educación. La intervención de estos agentes ha propiciado que el atasco de todos los días haya sido mucho más llevadero, y la situación de colapso se ha resuelto sin mayores contratiempos, solucionando el problema.
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