"Cuando nosotros llegamos al barrio, eran todo terraplenes, no había colegios ni supermercados". Así ha comenzado a contar su historia 'Fonsi', una vecina del barrio de Pizarrales desde la década de los 70. "El barrio ha cambiado mucho, pero aún así, cuando decimos dónde vivimos la gente nos mira con cara rara".
El barrio de Pizarrales nació a finales del siglo XIX y principios del XX. Cuando la zona solo contaba con una carretera que unía el final de la avenida de Portugal con lo que ahora se conoce como el final de la carretera de Ledesma, el primer local de la zona fue un mesón, concretamente, un 'ventorro'. Alrededor de esa bodega se fueron asentando viviendas de gente pobre que venía de los pueblos. Tal y como ha explicado Jesús Málaga, ex alcalde de Salamanca durante más de una década y con un fuerte lazo con el barrio, "las familias se hacinaban en viviendas de entre 10 y 40 metros cuadrados". El ex regidor ha expresado que "las condiciones eran infrahumanas. No existían los colegios, los centros de salud ni los supermercados. Tampoco había agua ni alcantarillado. Los vecinos se dedicaban a recoger la basura de la ciudad y con los restos orgánicos de las mimas, alimentaban a los cerdos, de los cuales su posterior matanza servía de sustento para las familias. Había enfermedades y un alto grado de analfabetización".
Durante la postguerra, el alcalde de Salamanca, Francisco Bravo Martínez, solicitó crear un estudio sobre el barrio, del que salió "horrorizado". Málaga, que llegó por primera vez a Pizarrales para trabajar en una campaña de alfabetización, quedó sorprendido al descubrir que solo había un varón que había estudiado bachillerato.
Fue después de la Guerra Civil, durante la década de los 70 y de los 80, cuando la parroquia del barrio, respaldada principalmente por el sacerdote Don Jesús, comenzó a preocuparse por adecentar el barrio. La conocida historia del agua, cuenta que los propios vecinos del barrio la trajeron a a sus viviendas a través de la construcción de zanjas con sus propios 'picos y palas'.
"La parroquia se entregó en cuerpo y alma por el barrio", ha declarado Jesús Málaga. "Creó comedores sociales a los que acudía todo el vecindario".
Poco a poco, el barrio fue creciendo y nació el barrio de El Carmen, donde se construyeron las conocidas 'casas bajas de ladrillo'. Unas viviendas de 40 metros que supusieron para Pizarrales "un gran avance".
A día de hoy, y tal y como ha expresado Fonsi, "Pizarrales es un barrio obrero y de gente humilde. Conviven familias, estudiantes y personas mayores en armonía". Sin embargo, parece que el barrio no se ha desprendido del estigma con el que nació, el de la pobreza.
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