Los rumores se han disipado de golpe y Greta Thunberg, tal y como ha podido comprobar SALAMANCA24HORAS in situ, ha viajado hasta la estación de Chamartínde Madrid en el Trenhotel Lusitania; el convoy nocturno queconecta las capitales ibéricas atravesando la frontera a la altura deVilar Formoso y Fuentes de Oñoro.
Lo ha hecho, eso sí, con la máxima discreción,puesto que incluso en Lisboa se ha subido a un vagón diferente del quepreviamente estaba previsto, dando ‘plantón’ a los compañeros de la prensa queallí le esperaban.
En su llegada a Madrid, decenas de periodistas de diferentes nacionalidades y medios, incluido SALAMANCA24HORAS, se hanagolpado a la puerta del vagón de Greta y allí, con una gran protecciónpolicial, se ha bajado la pequeña activista entre una marea humana de la quesolo destacaba su capucha rosa.
Como se puede comprobar en las imágenes ofrecidaspor SALAMANCA24HORAS, ha sido tarea complicada lidiar entre medios de comunicación y policíasque han escoltado a la activista hasta un Seat de color rojo, que la llevaráhasta el lugar donde se aloje la joven de cara a su participación en la cumbredel clima y en la manifestación que tendrá lugar este viernes y donde leerá unmanifiesto junto al actor Javier Bardem.
Precisamentre, debido a la cantidad de gente que había para recibir a Thunberg, una niña que allí se encontraba ha pasado momentos de verdadero pánico. La pequeña estaba esperando la llegada de la activista sueca con una pancarta, pero cuando ésta ha hecho acto de presencia en Chamartín, ha sido absorbida por la masa humana en torno a Greta, provocando su llanto.