Llevan en la serie desde el primer capítulo, emitido en abril de 2007, y los telespectadores les han visto crecer temporada a temporada. En la ficción son los hermanos Carlota y Fernando (‘Nano’) Rivas Figueroa; en la vida real, también son consanguíneos y también se llaman así, aunque sus apellidos son Boza Mendo. Ambos representan a dos de los tres hijos que Amador y Maite (apodados ‘Los Cuquis’) tienen en común en la serie de Telecinco ‘La que se avecina’.
En la televisión viven en el mismo bloque que Berta Escobar, Javier Maroto, Enrique Pastor, Antonio Recio, Lola Trujillo o Raquel Villanueva, pero lejos de la pantalla, a veces son vecinos de los habitantes de Salamanca.
Y es que, a pesar de ser madrileños, Carlota, de 18 años, y Fernando, de 15, tienen ascendencia charra, pues sus abuelos maternos nacieron, se conocieron y se casaron en Salamanca antes de emigrar a Burgos por motivos laborales. De sus tres hijos, uno es salmantino de nacimiento. Los que no lo son, como la madre de estos actores, estudiaron en esta ciudad.
“Mi familia tiene todavía algún piso en Salamanca, pero al que íbamos de pequeños era al de mi bisabuela, que estaba en el paseo de la Estación”, cuenta Carlota, en nombre de los dos hermanos, a SALAMANCA24HORAS.
“Recuerdo que antes pasábamos días de las Ferias y las vacaciones de Semana Santa allí. De hecho, las primeras procesiones que vi fueron en el centro de Salamanca, cuya arquitectura me fascina. ¡Me encanta el porte de sus edificios!”, explica la actriz, que confiesa que Fernando y ella jugaban algunos ratos en el parque de la Alamedilla, pues se encuentra próximo a la casa en la que se hospedaban.
Carlota y ‘Nano’ también estuvieron en Salamanca para acudir a bodas de amigos de su madre y a la graduación de su tío, celebrada en la Universidad Pontificia de Salamanca.
Ahora se dejan caer por la localidad una vez al año, cuand acompañan a su progenitora a reuniones del Colegio Marista, en el que se formó. En la última ocasión en que lo hicieron, entraron por primera vez en algunas de las discotecas más famosas del municipio. “Me gustan las tapas de Salamanca y el ambiente juvenil y universitario que existe. Es un lugar animado y para nada deprimente”, señala quien interpreta a la hija mayor de Amador Rivas y Maite Figueroa en ‘La que se avecina’.
A ella y a su hermano les entusiasma la Plaza Mayor y la posibilidad de ir de un sitio a otro sin necesidad de coche, “algo difícil en Madrid”.
Algunos actores de ‘La que se avecina’ le comentan a Carlota que han actuado o van a actuar en Salamanca a través de obras de teatro, lo que le ayuda a establecer diferencias y parecidos entre Mirador de Montepinar (la urbanización en la que reside en la serie) y la capital charra: “Los personajes de ‘La que se avecina’ están alocados a todas horas. Los salmantinos son más tranquilos, pero a ciertas horas de la noche algunos estudiantes podrían competir con ellos porque parece que viven en unos carnavales constantes con los disfraces que se ponen en las fiestas de las facultades”.
Precisamente estar en una vinculada a ellas, la Nochevieja Universitaria, y encontrar la rana de la fachada de la Universidad son los retos que Carlota y ‘Nano’ se ponen para próximas visitas a la tierra de sus antepasados. Que el batracio no se asuste, que el plan será tranquilo. Por eso, si nota su presencia, que ningún salmantino piense “la que se avecina”.
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