Con la cofinanciación del Fondo Social Europeo y la Iniciativa de Empleo Juvenil y en el marco de ejecución del Programa Operativo de Empleo Juvenil (POEJ), 136 empresas en colaboración con la ONG YMCA y sus Itinerarios Individualizados de Orientación Profesional han ayudado en Salamanca a la inserción laboral de 199 jóvenes desde 2016 que empezó el proyecto, habiendo atendido en esta ciudad a 326 participantes en total.
El objetivo del programa es incorporar al mercado laboral o a la educación y formación, a jóvenes de entre 16 y 29 años que no se encuentren ni estudiando ni trabajando y sean beneficiarios del Sistema de Garantía Juvenil.
Como resultado del trabajo realizado en el marco de este programa, cerca de dos tercios de los jóvenes atendidos en el centro de YMCA en Salamanca ha obtenido un empleo y un 23% ha accedido a una formación para el empleo.
“Llevamos casi 40 años trabajando por el desarrollo de los y las jóvenes en nuestro país y sabemos el potencial que tienen para el crecimiento económico y social, la integración de la población juvenil como parte activa y no solo como un proyecto de adultos”, ha comentado Vera Villarroya, directora del proyecto. Además, añade que son conscientes de que “la situación de desempleo y desorientación que enfrenta la juventud en estos últimos años no tiene precedente”.
A través de itinerarios individualizados y el acompañamiento de profesionales, cada joven obtiene información y orientación útil para la búsqueda de empleo, así como recursos para mejorar su empleabilidad a través de formaciones en competencias trasversales. Este programa se enmarca dentro del trabajo por el desarrollo de la juventud que realiza la ONG.
De todos los y las jóvenes beneficiarios del programa, el 32% se encontraban en situación de inactividad, es decir que ni estudiaban ni trabajaban y tampoco estaban en búsqueda activa de empleo. Del resto de los y las participantes en búsqueda activa de empleo, uno de cada cuatro era desempleado de larga duración. Se debe tener en cuenta que el 43% de los beneficiarios son jóvenes desfavorecidos.
En cuanto al nivel de estudios con que cuentan estos jóvenes atendidos, el 45% no superaba el nivel de ESO o de formación profesional de grado medio.
Laura Rodríguez, una joven participante del programa, cuenta: “vine muy deprimida porque llevaba bastante tiempo sin trabajo, y ya no sabía qué hacer y no entendía por qué no me llamaban de ningún sitio, ya que echaba currículos para todo”. Encontró en YMCA un acompañamiento profesional en su orientadora Lorena, que le “dio herramientas para mejorar su currículo y la aconsejó sobre cómo enfrentarse a varios tipos de entrevistas de trabajo”.