El obispo de Salamanca, Carlos López,ha presidido este miércoles la eucaristía por la Festividad de SanJuan de Sahagún y ha puesto el foco en su figura ante una culturaactual en la que la negatividad, el individualismo y laespiritualidad sin Dios, entre otros factores, tiene una importanciaque se debe rebatir.
De este modo, el obispo ha centrado encinco manifestaciones de amor el futuro de la espiritualidad y lavida en sociedad. Así, en primer lugar mencionó el “aguante, lapaciencia y la mansedumbre” a la hora de soportar agresiones odefectos ajenos y en “luchar y estar atentos a inclinacionesegocéntricas y agresivas” que puedan llegar, para lo que mencionólas dificultades al respecto que se pueden encontrar en Intenet. Dehecho, aseguró que se pueden llegar a perder los límites delrespeto incluso en el ámbito católico. “Considerar a los demásindignos y dar lecciones es violencia”, anunció.
En segundo lugar, comentó la “alegríay el sentido del humor”, aunque “sin perder el realismo”. Esosí, pronunció una alegría real, no aquella “consumista queempacha el corazón”. Por detrás de ello, también se refirió ala “audacia y el fervor” en el sentido de “superación deltemor”. Una virtud que, en San Juan de Sahagún se pudo ver en lareconciliación de los Bandos, según aseveró. Al respecto,reconoció que la costumbre puede llegar a seducir “y llevar apensar que no podemos hacer nada para cambiar lo que ha sido”. Sinembargo, frente a ello, animó a abrir el corazón para ver lasnecesidades de los hermanos y a tener arrojo para buscar siempre elbien.
Como dos últimas manifestaciones,comentó el “camino a recorrer en comunidad” y la “oraciónconstante”, para no perder la claridad de la fe y el sentido de lavida y buscar los “pequeños detalles de la vida diaria que noshace más hermanos”.
Todo ello lo aunó en un“discernimiento cada vez más importante” ante las “distraccionescontinuas” existentes que puede “convertirnos en marionetas delas tendencias”. “Nadie resiste si se conforma con poco”,concluyó.