La Junta de Castilla y León cuenta en este momento con un total de 990 rastreadores, 128 de ellos actúan en la provincia de Salamanca. Estos profesionales son los encargados de llamar a las personas que han estado en contacto directo con una persona con resultado positivo en alguna prueba de Covid-19. Tras haber recibido esa llamada, los centros de salud son los responsables de establecer una cita para que la persona afectada se realice una prueba de Covid-19 que determine si tiene o no el virus.
La labor que realizan tanto rastreadores como personal sanitario es esencial para frenar la expansión del Covid-19. No obstante, para que su trabajo sea efectivo, los pacientes deben tener un número con prefijo español (+34), tal y como ha podido comprobar SALAMANCA24HORAS.COM.
Varios pacientes procedentes de otros países de Europa -pero residentes en Salamanca- y que, por tanto, tienen número de teléfono con prefijo extranjero, cuentan a través de este medio que se ven obligados a dar el contacto de algún conocido con número español para que los rastreadores y los centros de salud puedan llamarles.
En algunos casos pasan varios días hasta que los pacientes se dan cuenta del problema y deciden ponerse en contacto con los propios centros de salud, quienes les informan de que, al tener número extranjero, no llaman.
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