“Salamanca está preparada para hacer frente a la COVID”, así, al menos, lo ha confirmado la consejera de Sanidad, Verónica Casado, desde el propio Ayuntamiento de Salamanca. Casado ha asegurado que el Hospital de la ciudad, a pesar de ser el que más presión asistencial por COVID tiene de toda la comunidad, cuenta con un plan de contingencia perfectamente elaborado y que está preparado ante cualquier situación que venga.
Si hay un aumento de casos, en palabras de la consejera, “hay recursos que permiten dejar el Hospital Virgen de la Vega para enfermos no COVID, porque no solo hay coronavirus; hay más enfermedades y tenemos que atenderlas”.
Por ello, Verónica Casado ha apuntado que todavía se pueden extender las camas UCI en el Hospital Clínico de Salamanca y, una vez ocupadas estas unidades polivalentes, se podría utilizar el nuevo Hospital. “La REA del nuevo Hospital, en palabras de su propio director, puede estar lista en solo 24 horas gracias a un pasillo que se ha habilitado desde los dos edificios, si fuera necesaria su utilización”.
Fuentes hospitalarias han indicado que esta UCI extendida daría cabida a 39 pacientes, y que sólo faltarían en la misma las camas y los equipos, si bien el tiempo de respuesta para adecuarlo todo es de 24 horas. Igualmente, el túnel entre el Clínico y el nuevo Hospital permitiría trasladar a pacientes con “seguridad y rapidez”, explican estas mismas fuentes.
Salamanca cuenta con 101 rastreadores
En esas medidas de contingencias preparadas por la Junta de Castilla y León, la consejera ha querido destacar la función de los rastreadores. La provincia cuenta con un total de 101 de estos profesionales, de los que 60 están ubicados en la ciudad y se han contratado a 35 como apoyo.
Del mismo modo, ha destacado que seis de este centenar de rastreadores siguen estrictamente casos de residencias de Salamanca.
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