Un nuevo estudio publicado en la revista Nature y compartido por el diario el AS ha determinado que el origen de la COVID-19 tendría lugar en los murciélagos que habitaban las cuevas de piedra caliza del sudeste asiático y sur de China. Además, determinan que es "probable o muy probable" que haya un animal intermediario.
El trabajo realizado por investigadores del Instituto Pasteur de París detalla que han encontrado coronavirus muy parecidos genéticamente al SARS-Cov-2 en los quirópteros anteriormente mencionados. Uniendo esta con la investigación de la OMS, es muy probable que la transmisión de ellos a los humanos tuviera uno o varios animales intermedio no identificados.
Una de las hipótesis que rechaza el estudio es que el COVID-19 hubiera salido de un laboratorio, ya que el virus circulaba por Wuhan, la ciudad china epicentro de la pandemia, antes de diciembre de 2019.