“El 25 no se celebra nada”, esa es la consigna con la que se presentaba la Plataforma Abolicionista de Salamanca en su acto programado a las 19:30 horas para reivindicar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer. El evento estaba programado justo después del organizado por el Ayuntamiento de Salamanca, motivo por el cual el encendido musical de la campana gigante de la Plaza Mayor se retrasó.
Sin embargo, no se tuvo la misma consideración para con las feministas de la Plataforma Abolicionistas, las cuales se concentraban en el ágora central de la ciudad para luchar contra la violencia de género a su manera. Al filo de las 19:30 horas comenzó la cuenta atrás en la estructura decorativa y al llegar a cero la música estalló en la Plaza Mayor, ahogando el griterío y el sonido de los altavoces que portaban los integrantes de la Plataforma.
No sentó bien este gesto y Carolina Martín, una de las líderes allí presentes, comenzó a realizar una grabación de lo que estaba acaeciendo mientras relataba, a voz en grito, que el Ayuntamiento boicoteba su manifestación. Fue la propia Marín la que, en declaraciones para SALAMANCA24HORAS, explicó que la reunión “fue comunicada a Subdelegación del Gobierno el pasado siete de noviembre, por lo que el Ayuntamiento sabía de sobra que nosotras íbamos a manifestarnos aquí desde las 19:30 horas, y ahora nos encontramos con esto”.
La postura de la Plataforma Abolicionista se aleja de las consignas transversales en torno al Día de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer. Sus postulados son mucho más radicales que los defendidos en el acto organizado por el Ayuntamiento justo antes de que comenzará la reivindicación de la Plataforma. Las feministas de esta organización consideran que este 25 de noviembre la ciudad de Salamanca debería lucir sin adornos y luces navideñas, puesto que a su juicio durante esta fecha “no se celebra nada”; lo que vuelve todavía más irónico que los acordes navideños que sonaban en la plaza acallaran las voces de los manifestantes, al menos, durante los primeros 10 de los 30 minutos concedidos a la concentración.
En la manifestación, que no llegó a la treintena de participantes, se pudieron leer y oí -cuando la música lo permitió- consignas tales como “Un maltratador jamás será un buen padre”, “Es feminista la revolución”, “Lo personal es político” y “La prostitución es explotación”.