La muerte perinatal es aquella que ocurre entre la semana 22 de gestación y los primeros siete días de vida del bebé.
"La muerte de un hijo nunca se supera” y es que uno de cada cuatro embarazos no tiene el final deseado, el impacto emocional que supone perder a un bebé es considerado un tema tabú en la sociedad actualmente.
La Asociación Red el Hueco de Mi Vientre en Salamanca ofrece apoyo a familias que viven la pérdida de su bebé y colaboran con profesionales sanitarios, hospitales, formando parte de la Federación Española de Duelo Gestacional, Perinatal y Neonatal (FEDUP).
De esta forma, tal y como explica María Sánchez coordinadora de la Asociación Red el Hueco de mi Vientre en Salamanca aclara que “las familias se ponen en contacto con nosotros cuando ellos creen que necesitan realmente el desahogo de poder hablar con otras personas que hayan pasado por la misma situación”. Por esto, Sánchez declara que “la sociedad hoy en día no está preparada para recibir estas noticias. Nos preparan para recibir cuando se mueren los padres, abuelos, pero cuando se muere un bebé lo que suele decir la gente es no pasa nada ya tendrás otro, y eso es muy doloroso para una familia”.
La Asociación en Salamanca está formada por diez personas en la actualidad, entre otras acciones, busca la normalización y visibilidad de este duelo e incluso la incentivación a llevar a cabo ceremonias de despedida que ayuden el proceso de duelo. También persiguen su objetivo a través de la formación a los profesionales que atienden a las familias, realizando encuentros personales y grupos de apoyo, para promover una atención sanitaria más humana e integral.
Una de las acciones que destaca la coordinadora de la Asociación es la creación de un ‘espacio blanco’ en el cementerio de Tejares para depositar las cenizas de los bebes que han fallecido antes del parto y cuyos cuerpos están siendo depositados en una fosa común. “Es muy triste cuando la familia viene y te pregunta dónde está su bebé y que no sepan dónde están, esto a la familia le genera mucho estrés” aclara María Sánchez.
Este diario digital contactó con Virginia del Río, una periodista gaditana que estudió en la Univerisdad Pontificia de Salamanca y que perdió a su hijo Uriel, después de 39 semanas de gestación.
Del Río, expresó de primera mano lo que supone la pérdida de un hijo y se volcó a través de los medios para dar la visibilidad a esta cuestión brindando su apoyo a aquellas familias que hubieran vivido la misma situación y la sufrieran 'en silencio'. Así, creó su blog 'Tengo una estrella', donde la periodista cuenta su historia, habla de la muerte perinatal e intenta normalizar el dolor. También ha creado una cuenta de change.org donde se recogen firmas para que se reconozca el derecho de estas familias a superar el duelo. Entre otras de las peticiones, el colectivo solicita que los padres que han vivido el fallecimiento de su bebé antes de nacer tengan derecho a un adecuado período de tiempo sin la obligación de acudir a su puesto de trabajo para superar el duelo y que se reconozcan también a los bebés que murieron antes de los 180 días.
Escultura en el Parque Botánico de Huerta Otea que recuerda a los bebés fallecidos durante la gestación o tras el parto
El Ayuntamiento de Salamanca y la Asociación Red El Hueco de mi Vientre inauguraban el domingo 13 de octubre una escultura en el Parque Botánico de Huerta Otea en recuerdo de los hijos e hijas fallecidos durante la gestación o tras el parto.
Dicha escultura, obra de Jesús García Trapiello, abuelo de un nieto fallecido durante la gestión, se colocó junto al estanque del parque y complementa a la escultura ‘Maternidad’, de Marino Amaya, que se encuentra en el mismo espacio verde municipal.
En relación a la escultura María Sánchez, coordinadora de la Asociación Red el Hueco de mi Vientre en Salamanca, añade que “las familias necesitan un lugar donde poder ir a rendir homenaje a sus hijos. Cada uno elabora su duelo de la forma que lo sienta”.
Durante el mes de octubre, en todo el mundo se realizan actos por parte de las asociaciones, inaugurando rincones blancos, columbarios, iluminando edificios, etcétera.