Reina de Castilla y reina consorte de León. Nieta de Enrique II de Inglaterra y Leonor de Aquitania, sobrina del rey Ricardo ‘Corazón de León’. Madre de Fernando III, quien después unió ambos reinos. Mujer de Alfonso IX, que dentro de poco tendrá su medallón en la Plaza Mayor de Salamanca por fundar la Universidad. Señora de Salamanca, a pesar de que aquí su nombre es más que desconocido para la mayoría de los salmantinos y a pesar, también, de ser quien más hizo por la difusión de la cultura y las artes en su época. Berenguela de Castilla, una mujer excepcional que ha pasado de puntillas por una historia de hombres y reconquistas y que podría haber dejado un sorprendente legado único en el mundo, escondido en la techumbre de un convento, un lugar de mujeres donde recordar a una de ellas.
Una chova piquirroja, un córvido de patas y pico rojo que vive en acantilados y montañas, ha sido la culpable de que dos amantes de la historia hayan hurgado y dedicado horas y horas de estudio para ir desgranando un misterioso rompecabezas. Charo García de Arribas, natural de Tamames y autora del libro que narra su historia y Miguel Ángel Martín Mas, autor de varios libros sobre la España napoleónica, se sorprendieron cuando el biólogo Raúl de Tapia publicó una foto de este ave representada en el artesonado del convento de Santa Clara, reconvertido en museo.
Un artesonado policromado que fue descubierto hace 50 años, que puede visitarse gracias a un original sistema de pasarelas y que muestra representados leones, castillos, un dragón en un precioso despliegue de muestras de pre heráldica. “Es un córvido que no es normal en el artesonado de una iglesia, es muy raro y se dio la fortuna de que somos aficionados a la historia y como un juego empezamos a tirar del hilo”, asegura Miguel Ángel Martín. La historia continúa en un juego de referencias, de analizar cada escudo, cada representación, cada búsqueda de referencias históricas que explicarán por qué esa chova piquirroja estaba allí.
En su blog lachovapiquirroja.blogspot.com, ambos estudiosos divulgan todo lo descubierto, paso a paso, hasta dar con Berenguela y su historia. “Nosotros estamos convencidos de lo que hemos visto en el artesonado, son muchas casualidades para no ser verdad, pero ahora es el turno de los expertos para que lo verifiquen”, asegura Miguel Ángel Martín Mas. Puede ser un gran descubrimiento porque “sería un artesonado único en el mundo”, asegura Charo García pero si no fuera así “esperamos que todo esto sirva para dar a conocer y divulgar la figura de la reina Berenguela, porque es una gran desconocida, aunque estamos muy seguros de todo lo que hemos encontrado”, añade.
Según cuentan Charo y Miguel Ángel, la chova piquirroja era el emblema de Santo Tomás de Canterbury y puede que tenga que ver su presencia en el artesonado con que el Convento de Santa Clara estuviera en esa época a la vista de la iglesia de Santo Tomas Cantuariense, una de las primeras dedicadas al santo fuera de Inglaterra. En el artesonado, junto la chova piquirroja en el primer lienzo hay un castillo de oro sobre fondo de gules, emblema del rey de Castilla y “eso significa soy Castilla y soy dinastía Plantagenet-Aquitania. Ahí está Berenguela” asegura Miguel Ángel Martín Mas.
¿Pero por qué está ahí Berenguela? Enrique II, su abuelo, fue acusado del asesinato del santo y tras un acto de contrición, convirtió a Santo Tomas Cantuariense en el santo protector de su dinastía. El rey dio mandado a sus hijas para que extendieran el culto al santo en los territorios donde se implantaban, algo que su hija, Leonor Plantagenet, reina de Castilla hizo. Pero Salamanca pertenecía al reino de León, no de Castilla, ¿cómo seguir en este punto? Pues porque su hija Berenguela, que fue reina de Castilla también lo fue de León durante un tiempo por su matrimonio con Alfonso IX. El castillo y la chova es, por tanto, ella.
En el resto del artesonado “es una narración por medio de emblemas de pre heráldica de los avatares de la vida de Berenguela y como se llegó a la unión de los reinos de León y Castilla bajo el mandato de su hijo, y para nosotros la narración está clara”, asegura Miguel Ángel. Entre esa narración se puede ver la muerte de Mafalda, de tan sólo 13 años en Salamanca, hermana menor de Berenguela, a la que se dedica un lienzo entero del artesonado con avatares como un castillo de oro en campo de sable, representación del luto de Alfonso VIII de Castilla por su hija Mafalda o un león rampante de oro en campo de sable, representación del dolor de Leonor Plantagenet por su hija Mafalda.
Las reinas de León también tienen su espacio en el artesonado. Así se puede ver el emblema de Urraca de Portugal, reina madre de Alfonso IX; Urraca López de Haro, con una cruz con terminaciones en flor de lis, relacionada con las órdenes de caballería y con la Orden Cisterciense; Teresa de Portugal, mujer de Alfonso IX y madre de su heredero y, por último, Berenguela de Castilla con un emblema que muestra su luto por su hermana Mafalda y su amargura por haber sido obligada por el papa Inocencio III a separarse de su marido y, en consecuencia, a sufrir el destierro del reino de León.
También está representada la muerte del infante Fernando de León, el que fuera rey de León y Castilla, Fernando III y su vida, así como sus esposas: Beatriz de Suabia, Juana de Ponthieu y Violante de Aragón. Todas ellas y sus familias representadas en el artesanado con escudos y avatares.
Toda una vida expuesta para quien supiera leer la simbología del policromado. Por eso, tanto Miguel Ángel como Charo están seguros de que este artesanado no es “lo que nos han dicho hasta ahora, porque este artesonado fue descubierto hace solo 50 años y nos han dicho que son emblemas de familias salmantinas y eso no puede ser. Solo queremos que el artesonado se someta a estudio”, concluyen. Un punto y seguido para un descubrimiento que todavía podría tener muchos más secretos ocultos.
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