El misterio alrededor del cadáver de Fray Luis de León: desde haber sido enterrado vivo hasta la incógnita de dónde están sus restos

Fray Luis de León se trata de uno de los personajes más ilustres de la ciudad de Salamanca, así como uno de los grandes místicos de España

Fray Luis de León,  dibujado en1598 por Francisco Pacheco
Fray Luis de León, dibujado en1598 por Francisco Pacheco

Fray Luis de León fue enterrado vivo. 

Esa afirmación, contundente cuanto menos, suscita, inevitablemente,  la curiosidad de todo aquel que la escucha; ahora bien, ¿qué hay de verdad en eso de que  Fray Luis de León fue enterrado vivo?

Lo cierto es que existe un aire de misticismo en todo el asunto referido a supuestos muertos enterrados vivos y, no en vano, son numerosas las voces de otro tiempo las que nos relatan hechos de estas características. 

No es en absoluto extraño que así ocurriera y que sí se certificaran casos de “enterrados vivos” ya que, evidentemente, antiguamente certificar la muerte no era tan sencillo como lo puede ser ahora gracias a los avances médicos.

Los entierros prematuros se dieron, principalmente,  en pacientes con catalepsia (estado en el que la persona parece haber fallecido y cuyo pulso y respiración son prácticamente inapreciables), con narcolepsia profunda o con  enfermedades como la peste (en las que se enterraba a los contagiados prematuramente para evitar una mayor propagación de la enfermedad). 

Las uñas en carne viva 

Fray Luis de León, ilustre personaje de la historia salmantina y uno de los grandes místicos españoles,  murió el 23 de agosto de 1591 en Madrigal de las Altas Torres, provincia de Ávila,  aunque su cuerpo fue trasladado a Salamanca para darle entierro. 

Ni siquiera había transcurrido un año cuando dio comienzo el proceso de beatificación del fraile y, durante dicho proceso, se procedió a la apertura del féretro.  

Una vez se hubo abierto la caja mortuoria, la sorpresa de los allí presentes debió ser mayúscula: supuestamente, había arañazos en la parte interior del ataúd y las uñas de Fray Luis estaban en carne viva. 

Se llegó, entonces, a la conclusión de que el fraile había sido enterrado con vida.

Tras el cruento hallazgo, y con motivo de este, la  beatificación de Fray Luis de León fue cancelada o, al menos, eso dice la vox populi. 

Lo cierto y verdad es que no existe registro oficial alguno que acredite estos hechos,  por lo que se podrían tomar más como leyenda que como episodio histórico.


¿Dónde están los restos de Fray Luis de León?

El asunto de los restos mortales del fraile es un auténtico misterio. 

Ya lo hemos mencionado, falleció el 23 de agosto de 1591 en Madrigal de las Altas Torres pero, a partir de ese momento, ¿qué ocurrió con su cadáver?

Bien, sus restos fueron inicialmente trasladados al convento de San Agustín, en Salamanca, donde se le dio sepultura. 

Ocurre que ese convento, allá por el siglo XIX, fue demolido y es ahí, justo ahí, cuando se le pierde la pista a los restos mortales del fraile. 

Sin embargo, el 13 de marzo de 1856, se emprende una expedición arqueológica para tratar de hallar el cuerpo de fray Luis de León.

La comitiva, cuyo campo de trabajo se estableció en el ahora conocido como parque Botánico, encontró varios esqueletos y un ataúd. 

El cronista presente en el hallazgo así lo relataba: “El ataúd se hallaba roto en su cubierta, y las maderas eternamente podridas. Removida toda la tierra alrededor del ataúd, y extraída la que había en él, se encontró dentro el esqueleto en completa disolución, colocado según la dirección de la caja de poniente a oriente, con la cabeza inclinada sobre el hombro derecho, los brazos tendidos, la dentadura casi completa, pero tan consumido que no fue posible extraer íntegro el cráneo, a pesar de las muchas precauciones que al efecto se tomaron”.

Se llegó a la conclusión de que aquel cuerpo pertenecía a de León por una serie de razones que, a todas luces, se antojaban como lógicas: fue el único ataúd que se encontró, pues el resto de esqueletos localizados en las inmediaciones del mismo estaban enterrados en la tierra y sin caja, lo cual no era propio de los enterramientos de los  frailes. 

Habiendo trasladado el cadáver de Fray Luis de León desde Madrigal,  era más que probable que se le hubiera enterrado en el mismo ataúd en el que había sido trasladado a Salamanca. 

El asunto de todos los cráneos allí hallados también fue uno de los motivos en los que se ampararon los presentes “de todos los cráneos hallados en el lugar, el único que se encontraba en un deplorable estado de conservación era el hallado en el ataúd, lo que podía achacarse al traslado desde Madrigal y a la cal que le pusieron por la dificultad de embalsamarle en un pueblo pequeño".

El traslado también podría justificar la posición del esqueleto, distinta a las observadas en los demás cuerpos ya que estos estaban boca arriba y con las manos cruzadas sobre el pecho. 

Y por último, y motivo más importante, el robo, y por tanto ausencia, de la lápida. 

Inicialmente el sepulcro de Fray Luis tenía lápida pero en 1809, tras el saqueo que los franceses efectuaron en el convento, éste quedó completamente destrozado. 

Los presuntos restos  Fray Luis estaban en un rincón y parecía, según una marca que allí había,  que hasta no hacía mucho  sí había habido lápida. 

Una vez efectuado el hallazgo, los supuestos  restos de Fray Luis de León  fueron trasladados en una caja de terciopelo hasta la capilla de San Juan de Sahagún del Colegio Viejo de San Bartolomé, donde fueron reconocidos por los médicos y, posteriormente,  trasladados a la capilla de San Jerónimo de la Universidad. 

Ahora bien, hasta la fecha no se ha esclarecido que los restos óseos hallados pertenezcan a Fray Luis de León, ya que no existen registros ni documentos que determinen a quién corresponden.

La pregunta sigue siendo, 169 años después, la misma: ¿dónde está el cadáver de Fray Luis de León?

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído