La salud mental es un factor fundamental para el desarrollo de la vida de una persona, pero, desde la pandemia que azotó al país en 2020 parece que la sociedad no ha sido verdaderamente consciente de lo que supone vivir con cuadros de ansiedad severos junto a problemas emocionales y psicológicos y si a esto, se suman los trastornos mentales junto al aumento de personas, cada vez más jóvenes que consumen sustancias, esto es un laberinto sin salida donde hay muchas familias atrapadas buscando ayuda para poder salir hacia adelante.
Proyecto Hombre Salamanca es la luz de las personas que luchan contra las adicciones. Manuel Muiños, es su presidente y junto a una veintena de profesionales cargados de enfoque humano son la guía de muchos usuarios que luchan por salir de un mundo oscuro.
Ana Rodrigo es directora técnica de Proyecto Hombre y explica cómo está la situación actualmente en relación a salud mental y adicciones “prácticamente todas las personas que vienen tienen un problema añadido de salud mental. Con el consumo de drogas se dan muchas situaciones de trastornos psicóticos y de trastornos mentales graves que se producen derivados de un consumo muy abusivo de sustancias”.
Muiños presidente de Proyecto Hombre de Salamanca declara que “el 50% de las personas que acuden a estos centros en España vienen con problemas de salud mental graves asociados al consumo de drogas. Eso era impensable años atrás. Y en los inicios hace 40 años, más impensable todavía”.
Por esto, en la actualidad, el presidente de Proyecto Hombre aclara que se está caminando “a gatas” sobre el tema de la salud mental. “Es un problema que desborda y los que trabajamos en este ámbito no damos abasto con la realidad que hay. Se necesita más que los medios que se están poniendo. Hay mucho dolor y mucho sufrimiento encubierto, que no se visibiliza, pero de puertas para dentro hay familias que están sufriendo mucho”.
Según aclara la directora técnica de Proyecto Hombre tal y como reflejan las encuestas el alcohol sigue siendo la principal sustancia consumida en cualquier grupo de edad, seguido del tabaco y cannabis. La media de edad de inicio de consumo es a los 13 años y tal y como recalca Ana Rodrigo “es un consumo muy precoz, al final es un cerebro que está en un proceso de maduración. Son niños en un proceso completamente evolutivo”. Además, Ana Rodrigo añade que en los últimos estudios en los adolescentes la sustancia más consumida son los hipnosedantes con y sin receta.
En cuanto a cómo podrían detectar los padres de los menores un posible consumo de drogas, la especialista manifiesta que “puede haber cambios en el comportamiento de los jóvenes como mucha más irascibilidad, cambios de humor como muy repentinos. Muchas veces van asociados a la edad y se confunde mucho. Si demandan más dinero, las compañías, los amigos, la vestimenta, el cuidado personal, el sueño”.
Ante estas señales, la directora técnica aclara que lo primero que se tiene que hacer como padres es hablar con los hijos sin acusar o echar una bronca. “La comunicación tiene que ser la base de cualquier relación educativa”. Tras esto, hay que ir tomando decisiones.
Consumo de hipnosedantes en adolescentes
La directora técnica de Proyecto Hombre pone en valor la situación que se está viviendo en los últimos años con el consumo de hipnosedantes en adolescentes. “Chavales de 14 años están consumiendo hipnosedantes en su día a día. Esto ya nos tendría que hacer pensar como sociedad qué está pasando con nuestros adolescentes, en qué momento de su salud mental están y cómo les estamos acompañando a crecer y a vivir. Los hipnosedantes en el último estudio es la tercera sustancia más consumida” explica.
Muchos son los adolescentes que tienen acceso a los hipnosedantes con y sin receta ya que “prácticamente todo el mundo tiene hipnosedantes en casa, entonces es muy fácil conseguirlo del cajón de la abuela, de mamá, de papá…” aclara Ana.
Por esto mismo, los adolescentes que consumen hipnosedantes se encuentran más adormecidos, por lo que, si están en edad escolar el aprendizaje no se produce de la manera en que se tiene que producir y las relaciones sociales no fluyen correctamente, especifica la experta.
¿Como se trabaja en Proyecto Hombre?
El trabajo en Proyecto Hombre es de manera individualizada con cada usuario. La terapia es diferente para cada persona y hay programas específicos para cada uno. Ana, explica que cuando trabajan con trastornos mentales graves tienen que atender mucho más a su sintomatología y los usuarios también tienen que aprender a convivir con esa enfermedad mental. “Ellos tienen que saber que puede ser el inicio de una crisis y cómo aprender a manejarla, además de aceptar que esta enfermedad los va a acompañar el resto de su vida. Esto es muy complejo, porque que una persona de 18 o 20 años asuma y acepte que el resto de su vida va a ser un enfermo mental es muy complicado” finaliza la directora técnica de Proyecto Hombre.
En cuanto a cómo responden los usuarios a esto, Ana desarrolla que les cuesta bastante ya que tienen que aceptar que nunca más van a volver a tener una normalidad, un trabajo normalizado o que algunos usuarios tienen que estar medicados el resto de su vida con los efectos secundarios que conlleva. “No es fácil para una persona de 18 o 20 años asumir eso” añade.
Sobre como las personas de 18 o 20 años deciden dar el paso y toman la decisión de buscar ayuda, Ana Rodrigo explica que normalmente los usuarios llegan a Proyecto Hombre a consecuencia de crisis, cuando ya aparecen los brotes psicóticos y realmente asustan a su familia o por la presión de ésta.
Sin embargo, la directora técnica manifiesta que una vez comienzan con la terapia “es gratamente sorprendente ver la evolución y la mejora de su calidad de vida”.
La directora técnica también ha querido destacar la falta de medios que sufren y las situaciones que viven muchas personas que no pueden acceder o tener los recursos para poder hacer un seguimiento o un acompañamiento en este proceso. “Hay gente que necesita vivir en viviendas tuteladas que necesitan una supervisión continua. Entonces no tenemos dónde mandarles, personas mayores que necesitan una residencia y no los puedes dejar solos sin nada. Es un problema”.
Desde Proyecto Hombre realizan esta gestión, pero hasta que no encuentren un sitio para el usuario tienen que quedarse en el centro, esto implica, que una plaza está cubierta y no pueden entrar otras personas en su lugar.
En Proyecto Hombre actualmente hay 50 usuarios que se encuentran en tratamiento, pero mensualmente atienden a 30 personas donde se les evalúa para ver cual es el programa mas adecuado para cada uno.
En relación a la forma de sensibilización para los jóvenes sobre las adicciones, el presidente de Proyecto Hombre de Salamanca manifiesta que es muy importante el informar y el formar al mismo tiempo. “yo creo que a las campañas tenemos que dar una vuelta y pensar en los adultos y no sólo en los jóvenes y adolescentes porque los adultos tenemos una responsabilidad y siempre enfocamos hacia los jóvenes y los niños, pero los que vamos por delante muchas veces no estamos ni preparados ni sabemos cómo afrontar ni cómo tratar y cómo acompañar a nuestros jóvenes”.
Para finalizar, Manuel Muiños presidente de Proyecto Hombre, ha insistido en que “es el momento de que las instituciones y las personas que estamos trabajando en este ámbito nos sentemos con conocimiento a la realidad para buscar soluciones adecuadas, respuestas concretas que den una solución adecuada a la necesidad que tenemos. Están muy bien todos los protocolos y los planteamientos que se hacen, pero muchas veces el protocolo enreda y no da respuesta inmediata a situaciones muy críticas”.
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