Malestar entre los trabajadores y pacientes del Hospital de Salamanca por el mantenimiento en el uso de la mascarilla en áreas como Urgencias, Oncología y Hematología. Según un comunicado del Servicio de Medicina Preventiva y PRL a los trabajadores del Complejo Asistencial, los responsables del área señalan que siguiendo las recomendaciones establecidas, se debe mantener la mascarilla, así como otras medidas higiénicas contempladas en la orden publicada en el BOE de este martes, que suprimía su obligatoriedad.
En concreto, en el CAUSA se obliga al uso de mascarilla por parte de trabajadores, pacientes y acompañantes que presenten síntomas compatibles con una infección respiratoria, así como los sanitarios que atiendan casos sintomáticos. Además, también deberán utilizarla los trabajadores de la UCI, unidades de pacientes inmunodeprimidos como Oncología o Hematología, tanto en las áreas de hospitalización como de atención ambulatoria. Este extremo también se aplica para la atención de pacientes que se consideren vulnerables, además de los servicios de urgencias, entre los que también se incluye la sala de espera.
Este hecho ha causado gran indignación entre los propios trabajadores, que ven como tienen que mantener la mascarilla a pesar de estar en la misma situación con la que se contaba antes de la crisis sanitaria derivada de la covid, y máxime cuando en otros hospitales de la región no se les obliga a ello.
Según fuentes hospitalarias consultadas por Salamanca24horas en este sentido, aseguran que este hecho se debe a un refuerzo de estas recomendaciones que están recogidas en el BOE de este martes, ya que las medidas se pueden "reformular y reforzar" en los diferentes hospitales, aseguran. Así, añaden las fuentes consultadas por este medio, el Servicio de Medicina Preventiva del Hospital ha decidido mantener estas medidas en estos supuestos que están contemplados en la orden anteriormente citada.
El Boletín Oficial de Estado de este martes, 5 de julio, recoge únicamente que la utilización de la mascarilla es una recomendación extensiva a las administraciones, tanto estatal como autonómica y a la ciudadanía con el objetivo de "garantizar la preparación y resilencia de la sociedad frente a amenazas potenciales emergentes que puedan generar nuevas crisis sanitarias graves".