El concejal de Turismo en el Ayuntamiento de Salamanca, Fernando Castaño, y el jefe de la Policía Local de la ciudad, José Manuel Fernández, se han visto salpicados por un hecho relacionado con el desfile del Siglo de Oro en Salamanca y que está siendo investigado por la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Todo tiene que ver, precisamente, con la celebración durante el fin de semana del 1, 2 y 3 de octubre del mencionado evento por las calles y jardines de la ciudad. En concreto toda la polémica ha llegado por el desfile que tuvo lugar el sábado y cuyo recorrido se iniciaba en la plaza de la Concordia para finalizar en la plaza de Anaya, no sin antes transitar por el centro de Salamanca y tener en la Plaza Mayor uno de sus puntos álgidos. De hecho, ha sido aquí donde ha surgido toda la polémica que vincula al concejal de Turismo y al jefe de la Policía Local.
Con la llegada de este multitudinario desfile a las puertas del Ayuntamiento de la ciudad se pudo ver en el lugar el vuelo de un dron que estaba recogiendo imágenes del evento. Se trata del vehículo aéreo no tripulado que se puede ver en la imagen principal que acompaña esta noticia y cuya presencia fue alertada por varios de los asistentes que se encontraban entre la multitud como espectadores del mencionado desfile.
Este hecho también fue advertido por agentes de la Policía Local de Salamanca que se encontraban en el lugar y procedieron a localizar e identificar al responsable de realizar un acto prohibido al encontrarse la Plaza Mayor dentro del espacio aéreo de Matacán y sobrevolar por encima de un grupo de personas, tal y como se explicará a continuación.
De esta forma, y según recoge la denuncia a la que ha tenido acceso Salamanca24horas.com, sobre las 18:30 horas del pasado sábado, 2 de octubre, y durante el desarrollo de un evento público y multitudinario, los agentes pudieron observar el vuelo de un dron sobre la multitud.
Localizaron e identificaron a la persona que estaba llevando a cabo dicho acto y al requerirle las autorizaciones pertinentes para realizar dicho vuelo, este reconoció que no poseía la habilitación necesaria para actuar como operador para realizar este tipo de grabaciones. Sin embargo, tal y como pudieron recoger los agentes, esta misma persona advirtió que la toma de imágenes se estaba llevando a cabo por encargo del concejal de Turismo y que estaban autorizadas de forma verbal no solo por Fernando Castaño, sino también por el jefe de la Policía Local de Salamanca, José Manuel Fernández.
Ante el requerimiento de los agentes, el ‘piloto’ de la aeronave no tripulada realizó el aterrizaje del mismo sin haber establecido un área de protección y, además, indicando a las personas que estaban allí que se apartasen.
La Ley de Seguridad Aérea prohíbe volar sin autorización por encima de grupos de personas; tampoco se puede volar en la Plaza Mayor por formar parte del espacio aéreo de Matacán
En la actualidad, el vuelo de drones, tanto para uso recreativo como profesional -aunque la última actualización de la normativa europea ya no distingue entre estos dos tipos- está muy restringido en cualquiera de sus usos.
Se establecen tres nuevas categorías en función del riesgo de operación de vuelo: abierta, específica y categoría certificada. Sin embargo, cualquiera que sea la categoría en la que se incluye el vuelo de un dron, el piloto debe cumplir unas exigencias mínimas de seguridad y además contar, al menos, con un certificado AESA Nivel 1 que garantice y acredite un mínimo de conocimientos.
La categoría abierta es la que engloba los vuelos que conllevan menos riesgo. Suele tratarse de vuelos recreativos en zonas abierta, siempre y cuando no formen parte de un espacio aéreo o un parque natural, llevados a cabo por pilotos inexpertos o que se están iniciando. Sin embargo, estos nunca podrán sobrevolar grupos de personas.
En el caso concreto de este vuelo durante el desfile del Siglo de Oro, falta confirmación oficial para determinar en qué tipo de categoría se incluirá, pero, aunque en un primer momento podría pensarse que se trata de categoría abierta, la necesidad de solicitar permiso para volar sobre un evento masivo y además encontrarse dentro del espacio aéreo de Matacán podría elevar de categoría el vuelo y, por ende, las posibles sanciones.
Lo cierto es que la Policía Nacional y la Guardia Civil ya se encuentran investigando los hechos y están a expensas de realizar la toma de declaración de la empresa o persona responsable para realizar la propuesta de sanción. Se trataría de una multa administrativa, puesto que no está recogida como acto penal, pero puede oscilar entre los 4.500 a los 225.000 euros, en caso de que se identifique al piloto como particular y en función de la gravedad de los hechos (puede ser catalogada como leve, grave o muy grave). En el caso de considerar al actor de la infracción como una empresa y se catalogara de falta grave, la multa superaría los cuatro millones de euros.
Lo que es seguro es que la persona o personas responsables se enfrentarán a una multa por volar un dron en espacio restringido, puesto que el espacio aéreo de Matacán incluye la Plaza Mayor y solamente se puede llevar a cabo el vuelo con una autorización previa, pero única y exclusivamente cuando se trate de una empresa, tal y como confirmaban fuentes de la propia base a Salamanca24horas.com en un reportaje publicado el pasado 2 de octubre: “Todas aquellas empresas que deseen volar sus aparatos cerca del aeropuerto deben solicitar permiso a la base aérea, para que esta le conceda la acreditación pertinente y los controladores dispongan de esa información a la hora de guiar las rutas de los aviones”, detallaba el comandante Monje, jefe del Escuadrón de Servicios y principal responsable de la torre de control.
Por tanto, el vuelo llevado a cabo en la Plaza Mayor se ha considerado una infracción contra la Ley de Seguridad Aérea y la sanción vendrá impuesta por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Sin embargo, una vez notificada la declaración por parte de la Policía Nacional la resolución podría tardar varios meses.
Ahora queda la duda de si las acciones recaerán directamente sobre el piloto del dron o si el concejal de Turismo, Fernando Castaño, y el jefe de la Policía Local, también tendrán que responder por, en el caso del primero, contratar los servicios de vuelo sin autorización previa y sin potestad para autorizarla, en el caso de ambos.
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