La Consejería de Sanidad ha establecido unos nuevos criterios para proponer al Gobierno central nuevas zonas básicas de salud para que puedan pasar a la Fase 1 de la desescalada en Castilla y León. El grupo de expertos de la comunidad, dirigido por el vicepresidente, Francisco Igea, ha valorado este cambio que incrementa el número de zonas “de una manera segura, flexible y progresiva”, que se ha empezado a aplicar desde la última propuesta al Gobierno. Está regido por el “principio de prudencia”, especialmente para aquellas zonas en las que la posibilidad de transmisión comunitaria es muy baja y hay posibilidad de hacer vigilancia epidemiológica si hubiera nuevos casos.
Estos criterios son:
-Incidencia acumulada de casos confirmados por PCR positiva en los últimos 14 días anteriores a la fecha de corte de igual o menor a 3 casos por 10.000 habitantes.
- Incidencia acumulada de casos confirmados por PCR positiva en los 7 días previos a la fecha de corte de igual o menor de un caso por cada 10.000 habitantes.
- El número de PCR realizadas en la zona, partido por número de casos sospechosos en la zona del área, igual a más de dos PCR por caso.
En este sentido, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, explicaba en rueda de prensa que el número de 3 casos por 10.000 habitantes en los últimos 14 días es una tasa “que nos parece prudente”, pero la zona también debe demostrar una proyección hacia la disminución de casos. “Por eso, en la última semana pedimos que haya menos de 1 o 1 como mucho en esa zona básica de salud que vamos a desescalar”.
La Consejería de Sanidad se fijará además en otros condicionantes para hacer la desescalada: Que haya al menos un profesional de salud comunitaria por cada 5.000 habitantes que pueda hacer la vigilancia epidemiológica, el seguimiento de casos y la detección de contactos; que estén los protocolos de formación y realización en los centros de salud sobre las actuaciones que se deben de realizar en los registros de casos y en el rastreo de contactos; el protocolo y plan para asegurar el manejo de residencias en las personas mayores; la suficiencia de equipos de protección individual; la información sobre la inclusión en la desescalada recibida por los coordinadores de los centros de salud; la capacidad suficiente de camas hospitalarias y de UCI, según los criterios del Ministerio de Sanidad.
En la tarde de este miércoles la Consejería remitirá al Ministerio el informe con la propuesta de las zonas a desescalar, entre las que se incluirán las que se quedaron fuera la semana pasada, además de otras. No obstante, mañana jueves se conocerán esas zonas, ya que Verónica Casado no aclaraba cuáles son ni si hay alguna capital de provincia entre ellas, aunque subrayaba que los criterios serán los mismos:” En momento en que estemos en una fase de contención las ciudades pasarán”. La reunión bilateral con el Gobierno tendrá lugar mañana.
Lo que sí aseguraba la consejera es que lo aconsejable es que el número reproductivo del virus esté por debajo de 1. Salamanca, no obstante, no cumple ese requisito, ya que actualmente en la provincia cada persona contagia a 1,26. La declaración de nuevos casos está a niveles de la semana en la que se declaró el estado de alarma en España, tal y como explicaba Verónica Casado. Por eso, incidía en la necesidad de ser prudentes: “La situación es decreciente, pero no podemos tener un nuevo rebrote”.
Las mascarillas retiradas no tenían el filtrado suficiente
La Junta ha notificado de un nuevo problema con mascarillas.La consejera explicaba que en un informe solicitado al Centro Nacional De Medios De Protección, este centro declara que hay varios modelos que no cumplen y van a ser remitidos a sus fabricantes para que cumplan las normas. A pesar de que todas ellas estaban certificadas y homologadas con CE, “da la impresión de que no hay el suficiente filtrado para declararlas como FFP2 o FFP3”. Y a pesar de que los proveedores chinos decían que esa certificación es correcta, ante la duda las mascarillas se han inmovilizado.
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