Casillas de Flores vive este jueves un día extraño. Es 27 de febrero de 2020, pero ninguna vigesimoséptima jornada del segundo mes del año será igual desde 2019 en esta localidad. En esa fecha fallecía José Pinto, habitante de este municipio salmantino que tenía 57 años, se dedicaba a la ganadería y era conocido por participar en concursos de televisión como ‘Saber y ganar’ (La 2), ‘Pasapalabra’ (Telecinco) y ‘Boom’ (Antena 3).
Pinto moría tras dejar el programa para poder dedicarse en exclusiva a su ganado, pues, según exponía a SALAMANCA24HORAS el 24 de febrero de 2019, compaginar esta tarea con el concurso le resultaba difícil.
Sin embargo, eso no le impedía formar parte de iniciativas culturales, razón por la que aceptaba ser pregonero del Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo. Su discurso tenía que haberse escuchado el 1 de marzo de 2019, pero su fallecimiento lo imposibilitaba. Eso sí, Miróbriga le tributaba un homenaje el mismo día de su entierro.
“Tenía previsto recibir un premio del Bolsín Taurino Mirobrigense y, no sé cómo, pues lo acabábamos de enterrar unas horas antes, fui yo a recogerlo en representación suya. Supongo que pensé que, si él nunca se negaba a nada, tenía que hacerlo por él”, relata Olga Pinto, hermana de José, a SALAMANCA24HORAS.
Con ese evento empezaban los reconocimientos póstumos a su figura en Ciudad Rodrigo, donde, a pesar de no haber podido ejercer de pregonero, existe un retrato del ganadero junto a los de otros que sí hablaban en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal. Según la portavoz de la familia, “es un detallazo”.
Pero el vínculo entre Pinto y la localidad amurallada continuaba con su nombramiento como Hijo Adoptivo el 8 de diciembre de 2019: “Era una idea de Juan Tomás Muñoz, anterior alcalde. Aunque tras las últimas Elecciones Municipales ya no está en el puesto, proponía realizarlo y todos los partidos políticos lo apoyaban para formular la petición conjuntamente. Se lo agradezco porque se trata de una decisión que trasciende a la política y que es tomada por personas y no por formaciones”.
Por eso, ideas espontáneas como la creación de un grafiti en la mirobrigense calle de Sánchez Arjona han convertido a Ciudad Rodrigo en un lugar anexionado a José Pinto. “Logramos conocer al chico que lo hizo, que se emocionó con nuestro agradecimiento. Ahora, ese mural es un icono más de Ciudad Rodrigo que invita a hacerse fotos con él”, detalla Olga.
Y es que, para ella y el resto de familiares de Pinto, es muy importante que la juventud tenga como referencia a los hombres cultos, razón por la que participaban en el Torneo José Pinto, un concurso de preguntas culturales integrado por cuatro institutos de Ciudad Rodrigo que el ganadero se había comprometido a presentar antes de morir.
También estaba previsto que Caja Rural lanzara varias campañas usando la imagen de Pinto, pero el proceso finalizaba en la primera fase. Nada más conocer su pérdida, la entidad bancaria retiraba los carteles en los que aparecía y se los entregaba a la familia junto al resto de elementos no publicados, como cuñas de radio.
En el año que ha transcurrido desde su fallecimiento, José Pinto ha sido homenajeado por la plataforma ‘Stop Uranio’, que plantaba un rebollo como dedicatoria; por los ganaderos de la comarca de Ciudad Rodrigo, con una placa, y por Cruz Roja, que proyectaba un vídeo en sus Premios Solidaridad. Además, ha resultado galardonado con el Premio Surcos, que reconoce la labor de profesionales, empresas o instituciones que trabajan a diario por mejorar los sectores agrícola y ganadero de Castilla y León. ¿El motivo? Según las organizaciones agrarias, la difusión realizada de las tareas del campo en televisión ha propiciado la incorporación de nuevos trabajadores al mundo rural.
La televisión es un espacio en el que continuamente se recuerda a Pinto rememorando su paso por ella o realizando preguntas vinculadas a él y a los homenajes que recibe. “Su muerte suponía un impacto mediático que demostraba que José era algo más que un concursante. Por eso, sus compañeros de equipo en ‘¡Boom!’, que estaban grabando programas ese día en Barcelona, intervenían antes de la emisión de uno de ellos para llorarle. De hecho, venían al entierro realizando el mismo trayecto que él hacía al volver de Cataluña: ir en AVE de Barcelona a Madrid, coger un Cercanías de la madrileña estación de Atocha a la también capitalina de Chamartín, desplazarse en tren de Madrid a Salamanca y conducir en coche de la ciudad charra a Casillas de Flores. ¡Y eso que la productora, Gestmusic, les ofrecía viajar en avión de Barcelona a Madrid! Montse Claros y Marta Rojas, ejecutivas de esta empresa, también acudían al sepelio. ‘Los Lobos’ eran una piña y la familia nos llevamos muy bien con ellos. De hecho, Alberto, Erundino y Manu estuvieron en el homenaje que se llevó a cabo en Ciudad Rodrigo y hablaron sobre él a la vez que disfrutaron de las coplas dedicadas a José por la Rondalla Tres Columnas. Tras ello, los tres y las parejas de Alberto y Erundino se quedaron en una de nuestras casas de Casillas de Flores a pasar el fin de semana. ¡Estamos tan unidos que una de las primeras personas a las que llamaron cuando se llevaron el bote de ‘¡Boom!’ fue a mí! Pero, claro, yo no podía decir nada porque el programa estaba por emitirse…”, cuenta la hermana de José Pinto.
Ese histórico momento de la televisión española permitía esbozar una sonrisa a Casillas de Flores, donde los intentos porque la memoria de Pinto perdure se veían, de alguna manera, recompensados.
Si su funeral ya era concurrido, todos los actos en su honor suponen desde entonces momentos cargados de emoción y recuerdo. No en vano, las peñas del lugar querían homenajearle en vida, pero tenían que hacerlo el 15 de agosto de 2019 con una actividad en la que participaban más de 300 personas. Olga explica que “se hacía por la noche, había una pancarta a la entrada del pueblo, se ponía una placa en la biblioteca, su hermano Luis mostraba un vídeo familiar y todos los asistentes, incluso parejas venidas de Extremadura, lucían camisetas con un dibujo de José que había pintado, por voluntad propia y por medio de otro tributo personal, el dibujante madrileño José Luis García. Esa imagen, en la que el autor refleja su alma sin conocerlo, es un símbolo”.
También lo son las 408 camisetas recopiladas por el concursante en su paso por los platós de televisión. Aunque se quedaba sin poder exhibir todas por falta de tiempo o porque algunas incumplían códigos fijados por los programas (nombres de marcas o mensajes que las cadenas deseaban salvaguardar), se exponían en la segunda quincena de agosto para finalizar los honores rendidos por su pueblo, tal y como José Pinto revelaba a SALAMANCA24HORAS tres días antes de fallecer.
Tal era el éxito de esta muestra que la alcaldesa de Torre de Don Miguel (Cáceres), amiga del ganadero, solicitaba permiso para trasladarla a su pueblo, pues José sentía cariño por la zona de la Sierra de Gata e iba a ser embajador de la Fiesta del Capazo.
Actualmente, esta exposición se encuentra en el Seminario de San Cayetano, en Ciudad Rodrigo, desde el 8 de diciembre hasta que finalice la Semana Santa e incluye objetos como el título de Hijo Adoptivo mirobrigense, su primera cámara fotográfica, imágenes suyas, libros de cabecera, artilugios de ganadero o la capa charra que había encargado para dar el pregón en este lugar: “Demuestra la importancia que tenía para él ser pregonero, pues era la primera vez que iba a llevar corbata. ¡No se la ponía ni en la boda de sus hermanos! Le daba muy poca importancia a la ropa y mucha se la comprábamos la familia”.
Esa familia deseaba que las 75 cabezas de ganado vacuno que José poseía se quedaran en Casillas de Flores. Por eso, desechaba ofertas foráneas y se las traspasaba a Cristina Lanchas: “Mi marido, que trabaja en un taller, y yo aceptamos la propuesta que nos hicieron sus hermanos y ahora soy ganadera. Debido a ello, nombro a José Pinto cada dos por tres desde julio de 2019, cuando adquiría sus reses”.
La suegra de Cristina es Andrea Lanchas, que regenta uno de los bares a los que José acudía en su villa: “Fue alguien muy importante. Mi amistad con él viene de antes de que apareciera en televisión. Se le echa de menos y nada ha vuelto a ser igual en el pueblo. Algo que ha cambiado poco es que, gracias a él y antes de fallecer, nos visitaba mucha gente que luego comía en nuestro restaurante. Ahora también acuden curiosos atraídos por ir a su panteón y conocer sus raíces”.
De hecho, los familiares de José Pinto tenían que colocar en verano un papel en la puerta del cementerio indicando dónde se ubica su tumba para facilitar la tarea de los admiradores que desean acercarse a ella. Sin embargo, Olga Pinto, en nombre de todos sus hermanos, expone que “en este año tan horrible y duro, ningún homenaje ha sido promovido por la familia, que solamente ha seguido a las instituciones, lugares o personas que han pedido colaboración para agradecer el cariño hacia alguien que nunca perdía la sonrisa, que convertía a Casillas de Flores en un punto de referencia y que era tan generoso que, en caso de haberse preocupado más por él mismo que por los demás, quizás, seguiría vivo”.
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