“El futuro de la investigación de cáncer en España, en manos de la inversión privada”. Son palabras de la Fundación Cris Contra el Cáncer, que, durante 2017, invertirá 3,2 millones de euros en proyectos de investigación y ensayos clínicos en hospitales y centros de investigación de varios puntos de España, entre los que se encuentra Salamanca, a los que aporta 400.000 euros en proyectos de cáncer de mama y ovario.
Esta investigación privada, que se une a otras muchas como las de la Asociación Española Contra el Cáncer, con más de 30 millones invertidos, ha debido aumentar en los últimos años ante el descenso de las ayudas públicas. De hecho, el gasto en investigación sanitaria ha descendido, según los proyectos de los Presupuestos Generales del Estado, en 150 millones de euros, desde los 423 millones de 2009 a los 272 de 2016, prorrogados al año actual. Más de un 35%.
De esta última cifra, que supone que cada español aporta menos de seis euros para la investigación sanitaria, solo una parte va destinada a los tratamientos del cáncer, que este sábado celebra su Día Mundial. Según la propia Fundación Cris Contra el Cáncer, la aportación pública estatal frente a esta enfermedad es superior a los 45 millones de euros, lo que supone que cada español aporta un euro al año.
La investigación, prioritaria en la supervivencia
Según los datos de la Asociación Española Contra el Cáncer, la supervivencia al cáncer en los últimos veinte años ha aumentado un 20% gracias al desarrollo de nuevas herramientas de diagnóstico precoz y tratamientos más específicos y eficaces. De hecho, según los últimos datos reflejados en el informe de la Sociedad Española de Oncología Médica, aunque el número de enfermos ha aumentado, la mortalidad sigue descendiendo.
Así, durante 2015, el número total de nuevos casos en España fue de 247.711, con una mayor proporción en hombres (148.827). De ellos, los de mayor número son los colorrectales, próstata, pulmón, mama y vejiga, aunque en hombres el orden es próstata, colorrectales, pulmón, vejiga y estómago; y en mujeres, mama, colorrectales, cuerpo uterino, pulmón y vejiga.
El aumento de tumores en los últimos años es debido al aumento población, la mayor esperanza de vida y las detecciones cada vez más precoces. De hecho, uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres padecerán un cáncer en su vida como demuestra la probabilidad de más del 50% en hombres mayores de 80 años y el caso 30% en mujeres. Sin embargo, a los 60 años, esta se reduce a un 16,2 y 12%, respectivamente.
Mientras esto ocurre, la mortalidad ha ido descendiendo de manera importante desde que alcanzar los picos más importantes en la década de los 90. Aun así, en 2015, según los datos de la Red Española de Registros de Cáncer, una de cada tres muertes en varones y una de cada cinco en mujeres fallecieron debido a un tumor. A pesar de ello, en un ratio de 100.000 habitantes, en hombres se sitúa por debajo de los 140 y en mujeres cerca de los 70, por debajo de sus picos de más de 170 y 90, respectivamente.
Esto implica, según el Instituto Nacional de Epidemiología, un descenso anual del 1,32% pese a que se experimentó un aumento global de la incidencia. Además, los avances terapéuticos, muy relevantes en los últimos años, se reflejarán en datos de próximos años por lo que el descenso podría ser aún mayor. La tasa de supervivencia en España a los cinco años se ha situado ya en un 53%, duplicándose en los últimos 40 años.
En todos estos datos, la investigación sigue jugando un papel clave. De hecho, como afirma la directora de la Fundación Cris Contra el Cáncer, Marta Cardona, “es la única vía para erradicar el cáncer, sobre todo, en aquellos casos en los que los tratamientos convencionales no consiguen buenos resultados; hablamos de un 40% del total de casos. No queremos crear alarma, sino crear esperanza en torno a la investigación, ya que los proyectos punteros que hemos puesto en marcha están dando unos excelentes resultados”.