Este martes el consejero de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, Javier Ortega, y el director general de la Fundación Iberdrola España, Ramón Castresana, han firmado el protocolo de colaboración entre ambas entidades para dar continuidad al Plan Románico Atlántico durante los próximos cuatro años (2020-2023).
El objetivo de este plan es la recuperación y la restauración del patrimonio cultural de Zamora y Salamanca, tal y como explicaba el consejero de Cultura y Turismo. Entre otras actuaciones, contempla la rehabilitación de la iglesia de San Martín tras un estudio multidisciplinar de más de dos años para entender el origen de las deformaciones de la iglesia y para tratar de corregirlas en la medida de lo posible para garantizar la estabilidad estructural del templo.
Tal y como detallaba el arquitecto director de las obras, Jesús Castillo Oli, la obra se centrará en cuatro intervenciones puntuales: “Vamos a desviar las cargas actuales de la cubierta en estos momentos sobre la cabecera para tratarlas de centrar algo más en los ejes de los pilares, de tal manera que corregimos e incrementamos el coeficiente de seguridad que tiene esta estructura”.
Este problema de distribución de la cubierta de la iglesia de San Martín no es nuevo, según detallaba el propio arquitecto: “es un problema de origen porque ya mientras se construyó se vieron problemas estructurales y en el s. XII ya volvieron a tener que actuar en la propia iglesia según se estaba construyendo”. Por eso, las actuaciones irán encaminadas a incrementar la seguridad aliviando las cargas estructurales del templo, ya que este “es muy particular, porque está apoyado prácticamente en el caserío que lo rodea”.
La acción tiene un plazo de ejecución de seis meses y se suma a las llevadas a cabo hasta el momento dentro del Plan que han supuesto una inversión cercana a los 356.000 euros. Junto a la intervención en la cubierta, a lo largo de los últimos años, se han ido acometiendo actuaciones urgentes para paliar los problemas de desprendimientos y pérdidas en la estructura.
Actuaciones en el interior de la iglesia
Tal y como detallaba Jesús Castillo, tras resolver los problemas estructurales, el siguiente paso será actuar en el interior del templo y dignificarlo, “ya que no se encuentra en las condiciones que debería estar”. Entre esas actuaciones se incluyen, por ejemplo, la eliminación de todos los repintes, de toda la suciedad que tiene derivada de goteras, recuperar los fingidos que tiene la nave principal, eliminar las instalaciones de calefacción actuales y crear otro sistema de calefacción más acorde a la categoría del templo y, en última instancia, intervenir en la iluminación del templo.
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