La creciente incidencia de las enfermedades hepáticas causa preocupación entre los profesionales del sector sanitario. La pandemia actual se sitúa en "la esteatosis hepática, el cúmulo de grasa en el hígado, la incidencia de enfermedades autoinmunes y el consumo de alcohol", señala Carmen Alonso Martín, Facultativo Especialista de Área del Aparato Digestivo del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, en una entrevista ofrecida a este medio.
"El reto fundamental", según la especialista, "es hacer llegar a la población general que el hígado no duele", que se ha de consultar cuando hay una alteración analítica o en pruebas de imagen y que se ha de prevenir el consumo de tóxicos, llevar una dieta equilibrada y hacer actividad física para proteger al órgano de situaciones potencialmente peligrosas.
El hospital de Salamanca trata anualmente a más de mil personas que sufren enfermedades hepáticas. Para su acometida, el CAUSA cuenta con un protocolo de hipertransaminasemia (la presencia de transaminasas elevadas puede ser un indicador de daño en el hígado) y detección de enfermedad oculta. "Estamos focalizados en la microeliminación de la hepatitis C y tenemos consultas específicas para valorar a los pacientes y hacer un abordaje integral de todas las complicaciones que puedan derivarse", añade Carmen Alonso.
La salud mental cobra un gran protagonismo en ese abordaje, especialmente en las enfermedades asociadas al consumo de alcohol u otros tóxicos. "Es importante contar con unidades de deshabituación específicas que nos ayuden a atajar el problema de base". La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) no se olvida del resto de patologías hepáticas y ha organizado una charla dirigida a profesionales e impartida por la psiquiatra Ana Santamarta.
La asociación ha celebrado otras actividades durante esta semana en Castilla y León para sensibilizar a la población acerca del aumento de las enfermedades hepáticas y de la importancia de su prevención y detención precoz.
Prevención y detención precoz
Llevar una buena alimentación, limitar el consumo de alcohol y realizar actividad física de forma frecuente es esencial en la prevención de las enfermedades del hígado. También es fundamental la vacunación contra la hepatitis B de toda la población, "prevenir contactos de riesgo en entornos sociosanitarios con productos que puedan estar contaminados y acudir a especialistas siempre que se tome algún tipo de tóxico o fármaco que no esté avalado por ningún médico".
Carmen Alonso recuerda que las alteraciones de las trasaminasas de las enzimas del hígado o cualquier prueba anómala que se identifique en el órgano se debe consultar con un especialista para "hacer un abordaje integral de en qué situación de enfermedad se encuentra y tratarla".
Tan importante como la prevención es el diagnóstico precoz. A este respecto, el hospital de Salamanca cuenta con un protocolo de enfermedad oculta promovido por la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León y basado en un estudio de población susceptible y de alteraciones analíticas de hipertransaminasemia.
A lo anterior se le suma el cribado para detectar la hepatitis C en la población de entre 40 y 65 años. Se trata de un programa de microeliminación realizado con Microbiología que ya se sigue en el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca. "Pacientes que presentan una alteración y tienen una PCR positiva para el virus son derivados a las consultas de patología para valorar la situación de fibrosis hepática y recibir tratamiento", mantiene la especialista.
Líneas de investigación esperanzadoras
Existen nuevas líneas de investigación en cuanto a tratamiento que resultan esperanzadoras para los pacientes de enfermedades hepáticas. Fundamentalmente están dirigidas a abordar el hepatocarcinoma, un cáncer de hígado que constituye el 80-90% de los tumores malignos primarios relacionados con dicho órgano, y la esteatosis hepática, la forma más frecuente de acumulación de grasa.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios