Con motivo del Día Mundial del Ictus que se celebra este sábado, 29 de octubre, Luis López Mesonero, coordinador de la Unidad de Ictus, y Miguel Ángel Castaño, coordinador de Neurorradiología Intervencionista del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (CAUSA), han organizado una jornada informativa sobre esta patología.
Un ictus se produce cuando hay una rotura u obstrucción en un vaso sanguíneo, reduciéndose así el flujo de sangre que llega al cerebro y, según ha apuntado el coordinador de la Unidad, existen de dos tipos diferentes, isquémico o hemorrágico.
Tal y como han explicado López y Castaño a los medios de comunicación, este viernes se ha pasado un cuestionario a la gente para saber si la población realmente conoce qué es el ictus, qué síntomas puede provocar y qué es lo que tienen que hacer cuando esto suceda, algo que a los profesionales les parece fundamental. En este sentido, los mismos han afirmado que se trata de "la primera causa de mortalidad en la mujer y la primera de discapacidad en la población adulta".
Por otro lado, desde febrero, el CAUSA es el centro de referencia en ictus de la Comunidad. En ese marco, López ha apuntado que en este centro de Salamanca se registran entre 3 y 4 casos al día, por lo que se trata de una patología "muy prevalente, que condiciona las secuelas", a lo que ha añadido después que "el tiempo es fundamental".
Señales de alarma
Respecto a las señales de alarma del ictus, López y Castaño exponen que "cualquier síntoma que aparezca de forma brusca nos tiene que poner en alerta", como por ejemplo, que la persona afectada no pueda hablar bien o que alguna parte de su cuerpo se encuentre "paralizada". Por ello, solicitan que, en ese momento, ante la duda se pida al implicado que sonría, que alce ambos brazos, se siente o que levante las piernas a la vez, además de realizarle preguntas concretas para detectar si hay algún tipo de dificultad para hablar.
Asimismo, los profesionales sanitarios añaden que es importante llamar cuanto antes al 112 para ir al hospital lo más rápido posible.
Por último, los coordinadores señalan que mantener hábitos saludables resulta una medida prioritaria: "Si tenemos una dieta saludable, ejercicio diario y controlamos factores de riesgo como la tensión, el colesterol, la diabetes, el tabaco y el alcohol, es mucho menos probable que podamos tener un ictus o cualquier problema vascular".
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