Desde que hubiera el asesinato en Villabona del primer guardia civil, José Antonio Pardines Arcay, la organización terrorista ETA había venido dejando un siniestro rastro de sangre en nuestra sociedad. El periodo entre 1976 y 1980 fue especialmente trágico: 291 muertos y más de 400 heridos, cifras escalofriantes, sumiendo a la sociedad española en un continuo luto nacional en los primeros años de la democracia.
Para combatir aquella lacra terrorista, un grupo experimentado de oficiales de la Guardia Civil, pertenecientes a la 2ª Comandancia Móvil de Logroño (La Rioja), y entrenados específicamente en el curso de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra, propusieron la creación de una unidad antiterrorista. Obtenido el permiso, seleccionaron a un primer grupo de guardias civiles para prepararlos en la lucha antiterrorista. El proyecto se materializó con rapidez, creándose así una sección a la que se le denominó Unidad Antiterrorista Rural (UAR). Como primer hito, realizaron un curso de formación en combates especiales en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales.
Con el espíritu de adaptar las técnicas y procedimientos aprendidos a la labor policial, el 29 de octubre de 1979 comenzó en Argamasilla de Alba (Ciudad Real) un curso propio en el seno de la Guardia Civil, de 3 meses de duración, que sería el primero del recién creado GAR. Tras su finalización, en febrero de 1980, el GAR comenzó a prestar servicio en la comunidad autónoma vasca y en Navarra. En agosto de ese mismo año se creó el Centro de Adestramientos Especiales (CAE) de la Guardia Civil, con la misión de impartir los cursos de formación del GAR.
A lo largo de los años, este grupo fue objeto de múltiples reformas estructurales y operativas. En 1991 se integró orgánicamente en la Agrupación Rural de Seguridad (actual Agrupación de Reserva y Seguridad), cambiando su nombre por el de Grupo Especial de Seguridad (GES). En 1997, se volvieron a recuperar las siglas GAR, cambiando su denominación por Grupo de Acción Rural (GAR). En la actualidad, el GAR (denominado Grupo de Acción Rápida) y el Centro de Adiestramiento Especiales (CAE), ambos con sede en Logroño, conforman la Unidad de Acción Rural (UAR).
La experiencia acumulada en la lucha contra el terrorismo ha convertido a la actual UAR en una unidad operativa, docente y técnica de la Guardia Civil, de reacción rápida, flexible y adaptable, especialmente concebida, preparada y organizada para el cumplimiento de sus misiones específicas en el campo de las operaciones especiales. Prueba de ello es que ha participado en varias misiones internacionales, la primera con motivo de la guerra en la antigua Yugoslavia.
Actualmente, está implicada en proyectos internacionales dirigidos a la lucha antiterrorista y en servicios de seguridad de embajadas. También tiene una alta participación en la lucha contra el narcotráfico en el sur de España y en la seguridad de grandes eventos.
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