Achicar agua de garajes y sótanos. Esa ha sido la principal tarea del tercer turno de los los bomberos del Ayuntamiento de Salamanca en Paiporta. Los ocho profesionales que lo conforman han prestado su ayuda al municipio valenciano durante tres intensos días. "Es como una zona de guerra. Parece mentira que el agua sea capaz de hacer eso", señala el sargento José Luis Carrera.
Su tarea no ha estado exenta de dificultades. "Las redes de saneamiento están atascadas y el agua que sacas de los garajes tienes que enviarla a otro sitio". Los vehículos apilados, además, forman una especie de tapón que provoca que el nivel del líquido suba unos cuatro-cinco metros.
"La maquinaria se atasca con el barro y hay mucha suciedad en el interior de los garajes. Coches, contenedores de basura... Trabajamos en condiciones penosas y el material sufre mucho. Se rompen mangueras...", añade el sargento. Por fortuna, ni sus compañeros ni él han encontrado víctimas de la DANA en el interior de los vehículos. "Gracias a Dios", reconoce.
A la complejidad de la labor desempeñada se le suman los peligros que deben sortear. "Hay paredes inclinadas con riesgo de caerse y alcantarillas destapadas" que no siempre resultan visibles por el barro y la suciedad. Puede incluso que una maquina excavadora "no te vea y te golpee. Hay que estar con mil ojos".
Coordinación
El sargento, el cabo y los seis bomberos del tercer relevo salieron del parque de Salamanca a las 5:00 horas de este jueves. Sus compañeros del segundo turno les dieron las explicaciones pertinentes antes de volver a la capital del Tormes en el vehículo en el que ellos acababan de llegar. La autobomba y el material necesario permanece en Valencia.
Todos los profesionales desplazados se instalan en un pabellón. Al empezar el día se dirigen al puesto de mando para seguir las instrucciones: qué tareas han de realizar y en qué destino, recibiendo el contacto del responsable del área. Los del tercer relevo, al igual que los del segundo, son enviados a Paiporta, la zona cero de la DANA. Los del primero, en cambio, desempeñaron su labor en Aldaya.
En la jornada siguiente, además de recibir las directrices correspondientes, los profesionales cuentan las tareas que han acometido hasta ese momento para que les encomienden otras diferentes. José Luis Carrera recuerda que, sobre todo, han operado en interiores de garajes y sótanos para achicar agua, pero que también han realizado tareas de limpieza, abierto puertas de comercios y atendido a la gente que solicitaba su ayuda.
La coordinación tampoco ha sido fácil, y menos con el gran despliegue de personas que hay en las zonas más afectadas por la DANA. "Cada uno quiere aportar algo y satura un poco. Somos tanta gente... Bomberos, policías, militares, voluntarios...". Esta situación les obliga a extremar la organización para que no se "pisen" las tareas entre ellos.
"No estamos acostumbrados a afrontar situaciones así cada poco tiempo por mucho que creamos estar preparados", afirma el sargento, que regresa este sábado a Salamanca junto al resto del tercer relevo. Es momento de los del cuarto turno y así seguirán rotando hasta que la Junta de Castilla y León lo decida. "Traen material nuevo y llevamos el que se ha roto". Vuelven también con una experiencia difícil de olvidar y el agradecimiento eterno de un pueblo por la ayuda recibida.