Salamanca ha rendido homenaje a la vida, a la sabiduría y a la longevidad este miércoles en el tradicional acto dedicado a los centenerios de la capital.
"Abrimos la puerta de este salón con cariño y expectación", ha expresado el alcalde Carlos García Carbayo, para dar la bienvenida a 6 mujeres y 2 hombres "que nos han dado una lección de vida", quienes suman en total 807 años entre todos. El más veterano de los 8 centenarios suma 103 años, seguido de otras dos que tienen 102 años, siendo los tres únicos que superan los 100.
Todos ellos guardan historias y curiosidades a través del tiempo desde guerras e hitos nacionales hasta eventos cotidianos que han marcado sus vidas. En general, "las personas mayores son un pilar de nuestra sociedad y merecen todo el respeto y la admiración", ha continuado Carbayo, asegurando que "tenemos mucho que aprender", de ahí el "cálido recibimiento".
Una medalla que "pueden lucir con orgullo" junto a familiares y amigos que les han acompañado en este día "tan especial". Entre los homenajeados destacan la pasión por la tecnología y el dominio del morse de Gabriel, la afición al punto y al ganchillo de Fresdesvinda o el gusto por la cocina de Rosa, quien sigue haciendo paellas y guisando para sus 23 nietos, 35 bisnietos y 5 tataranietos.
Además, el centenario Ángel ha sorprendido entregando al alcalde un ejemplar de las memorias que comenzó a escribir a los 64 años, titulado como 'mi vida', quien asegura sentirse "afortunado" y "no dudaría en elegir el mismo camino".
Otra de las historias que han cautivado en el acto ha sido la de María Teresa, quien montada a caballo repartió pan por la ciudad, incluso estando embarazada, demostrando su "valentía y pasión".
Posteriormente, el alcalde junto a la concejala de Mayores, Isabel Macías, han hecho entrega de la placa conmemorativa y un pin, para reconocer "el orgullo y la honradez" de los presentes, así como "sus ganas de vivir que se ve en su semblante".