El verano de 2024 en Salamanca será recordado tanto por el calor como por los malos olores que han impregnado la ciudad durante días y noches en la provincia. Y es que son muchos los vecinos de varios municipios los que han querido alzar la voz en pro de unos derechos básicos, poder descansar a gusto en sus casas sin tener que aguantar el terrible hedor de Salamanca.
Varias plataformas se han concentrado a las puertas de la Junta de Castilla y León ante la reunión que han mantenido algunas asociación con el delegado en Salamanca de la JCYL, Eloy Ruiz, y ante lo que consideran muchos de auténtica gravedad tras meses en los que la empresa no ha puesto solución.
La época estival ha sido clave, ante las noticias que avanzaba además SALAMANCA24HORAS, en donde los olores se han ido incrementando a medida que pasaban las semanas.
Primeramente, Manuel Perez ha sido muy claro y conciso ante esta problemática que ha hecho que decenas de miles de personas en Salamanca y alrededores no hayan querido aguantar más esta situación y hayan contactado incluso con instituciones públicas para poner una solución verdadera a todo esto.
De momento, la de Gudino ha producido 60.000 toneladas de productos químicos que hemos tenido que respirar en Salamanca. El problema viene de cara al futuro cuando hay otras que están realizando 150.000 toneladas o las previsiones que se tienen ahora mismo con nuevas empresas que tienen planteadas 280.000 toneladas.
Y es que Salamanca se ha convertido en uno de los puntos con más emisiones de este tipo de toda España, superando a otras como Tarragona o Huelva que tienen empresas del mismo estilo y donde los vecinos respiran y viven mejor.
Del mismo modo, Manuel Pérez ha expuesto: “Se requiere un estudio más en profundidad, pero vamos a estudiar los gases y las aguas. No es determinante porque se requeriría un estudio más exhaustivo, y pedimos a la JCYL que lo haga”.
Por otro lado, la Asociación de Vecinos de Babilafuente han protestado también para que se evite la creación de otra de estas empresas en su comarca, y poner en riesgo, de nuevo, la estabilidad vital de los habitantes de la zona.