Si algo tienen los Reyes Magos, es que llenan de ilusión todas las viviendas de Salamanca, en cada uno de los rincones de la provincia, esperando impacientes que Sus Majestades pasen sigilosamente por las casas, dejando regalos y mucha felicidad.
Es el caso Sofía, Mateo, Abril o Paula, donde algunos de ellos no han logrado conciliar el sueño del todo, a la espera de que Melchor, Gaspar y Baltasar dejaran en los árboles de Navidad esos maravillosos regalos.
Muchos habían preparado de una forma muy especial el árbol de Navidad, con cuencos personalizados y con la incertidumbre de si traerán juguetes o carbón, para su alegría, lo primero ha prevalecido.
Como todo niño que se haya portado bien durante el 2024, ha recibido su dosis de felicidad en forma de juguete, ropa de abrigo o cualquier otro tipo de objeto, donde lo importante ha sido ver las caras de felicidad, y apreciar cómo las risas y alegrías inundaban cualquiera de las casas de los diferentes municipios de Salamanca.
Desde primera hora de la mañana, muchos pequeños ya se levantaban directos a por los regalos, sin mediar palabra, y no es para menos, cuando los mismísimos Reyes Magos que la noche anterior recorrían las calles charras, habían parado con sus camellos para dar ese pequeño sorbo de leche y comer galletas.
Una mañana muy especial para muchas familias que han podido ver cómo los niños y niñas de la provincia disfrutaban con los diferentes regalos, quitando el carbón que han recibido alguno, como seña de que 2025 habría que portarse mejor.