Cuando hablamos de bomberos, no solamente podemos tratar la propia definición que da la RAE, que sería: “Persona que tiene por oficio extinguir incendios y prestar ayuda en otros siniestros”. A esto, habría que añadir bastantes más trabajos de su día a día, ya que es una constante formación en el parque de Salamanca, entre cursos, revisión de mobiliario urbano y, sobre todo, que cualquier elemento que sirva para salvar una vida, esté debidamente preparado.
Y es que arriesgan su vida en pro de salvar la de los demás, sin temor a entrar en cualquier recoveco y a cualquier altura. Y es que la mentalidad de hermandad se huele nada más entrar, y no es para menos, cuando saber que el compañero que tengas a tu lado, es que el te puede salvar la vida, y viceversa.
A las 8:00 horas comienzan los turnos, y tras 24 horas de arduo trabajo los jefes de guardia se dan los diferentes cambios. Para que veamos un ejemplo, además, si un suceso ocurre a las 7:59, va el turno que ha estado trabajando. Todo tiene que estar organizado y perfectamente adecuado para los que están en el parque. No existen medias tintas, y es normal, cuando la vida de las personas dependen de los bomberos.
Este proyectó lo realizó el ingeniero industrial Lluis Pou y Ramón Peláez, y se dividió en cuatro módulos para trabajar en él. Como podemos ver en la imagen anterior, el uno corresponde con el edificio de dirección, comunicación y control, donde también estaría Protección Civil y prevención, así como las aulas de formación, la sala de conferencias y de reuniones.
El número dos es donde se suele hacer vida en el día a día. Aquí están los garajes, el módulo de guardia y la primera salida. Lo veremos en más profundidad, pero la capacidad es de más de veinte vehículos, con diferentes almacenes, talleres además de la zona de estancia y descanso.
El número tres es la torre de maniobras y el recinto de prácticas. En él se realizan diferentes elementos constructivos, simulacros, ensayos y operaciones de salvamento. Decenas de metros con diferentes niveles en lo que se preparan tanto los bomberos de Salamanca como los que vienen a formarse.
Por último, el cuatro, es la zona de mantenimiento físico con todas las zonas deportivas. De ello hablaremos después, pero sí algo es muy característico en los bomberos, además de la capacidad mental en situaciones críticas, es el estar preparado corporalmente para cualquier tipo de situación.
El nuevo Parque Central del Servicio de Extinción de Incendios y de Salvamento se inauguró un 11 de mayo de 1995, cuando el alcalde por aquel entonces era Jesús Málaga Guerrero, del que se tiene muy buen recuerdo la propia ciudad. Por metro cuadrado, el coste ascendió a 58.000 pesetas, que si se multiplica por los 15.869 metros cuadrados, hablamos de 920.402.000 pesetas, que traducido a euros, serían poco más de 900.000 euros, de la época, lo que sería bastante más en los tiempos actuales.
El viaje a través de todo el parque comienza desde la sala donde hacen piña, donde se desayuna, algo muy acertado si se tiene en cuenta que desde primera hora se tiene que crear ese sentimiento de hermandad. Se notaba desde el comienzo el buen ambiente que se respira, y no solo eso, sino que junto a esto, se encuentran como un “salón de fama” donde se recuerda a todo aquel que ha pasado por el lugar.
¿Cómo funciona el parque de bomberos de Salamanca?
¿Qué ocurre cuando se llama al 1-1-2 y se recibe el aviso?
Pongámonos en el caso de que haya una llamada de cualquier persona al 1-1-2, si se precisase a los bomberos, se les comunicará directamente, lo que hará que la persona que tenga que estar en el puesto de control obtenga la información para esa actuación.
Los bomberos de Salamanca están conectados directamente con el Servicio de Emergencias, en el que a través de un chat viene especificado toda la información necesaria para tratar la incidencia en el puesto de control. En este aspecto, dan la alarma al resto de personal del lugar y se ponen manos a la obra.
En el momento en el que salen a realizar alguna labor, queda reflejado cualquier vehículo que sale del propio garaje, para tener un control del mismo. En el lugar se puede visualizar el mapa de hidrantes, las columnas secas, además de los planes de autoprotección.
En Salamanca, hay un mapa de hidrantes, como mínimo, cada 200 metros para facilitar cualquier tipo de labor. Asimismo, cada fin de semana se revisan los más de 1.200 que se encuentran por toda la ciudad para asegurar que haya garantías de uso en caso de que sea necesario.
Por otro lado estarían las columnas secas. En edificios como el hospital de Salamanca existen muchas de ellas. Para ser más específicos, en las plantas bajas hay una por lugar, y a medida que se sube y se sale a tierra, habría una cada dos pisos. También se comprueban para que todo esté en orden.
En los planes de autoprotección, viene todo debidamente especificado en aquellos locales donde el riesgo de incendio pueda ser una problemática para los visitantes. Algunos sitios son lugares como recintos feriales, el Ayuntamiento de Salamanca o, por ejemplo, el propio Teatro Liceo.
Momento de los vehículos, los cuales se revisan todos los días para saber que no haya averías. En el caso de que alguno tenga una deficiencia, se trata con la máxima urgencia posible para que esté disponible. En algunos casos irán al taller, mientras que en otros se pueden llegar a arreglar en el propio parque de bomberos.
En el garaje hay más de veinte vehículos, entre ellos: cinco ligeros que suelen ser todoterrenos y furgonetas, dos autoescalas de 32 metros, una camión también con un brazo de 42 metros, seis autobombas, un furgón de servicios varios y seis remolques en donde encontramos material para achiques, ventilación, mercancías peligros y dos barcas por si fuera necesario navegar por el río tormes.
Y es que aquí viene otro punto clave, en el momento en el que se produce una salida con cualquiera de estos vehículos, el tren de salida es de diez bomberos. Básicamente, y para que nos hagamos una idea, el propio parque de bomberos ‘se traslada’ hasta el lugar de la incidencia, para poner todos los medios posibles al servicio de la urgencia.
El tiempo de respuesta en Salamanca suele ser de siete minutos, debido a que se estudió que la situación del parque estuviera debidamente colocada para atender cualquier punto de la ciudad en el menor tiempo posible. Incluso la propia salida del parque de Bomberos, está preparada en caso de que haya una emergencia, y pulsando un botón, todos los semáforos de la zona se ponen en rojo para que los vehículos no tengan complicaciones al salir.
Comunicación interna en el parque de bomberos
Para evitar que se caiga cualquier línea móvil o telefónica, se utilizan walkie talkies, lo que hace que la comunicación sea totalmente fluida y así evitar malentendidos que pongan en riesgo a los ciudadanos. Algo que tiene el parque de bomberos de Salamanca es que, en cuanto a vestimentas, tienen lo mejor del mercado. Y no es para menos cuando están poniendo en riesgo sus propias vidas para poder salvar la de los demás.
Un equipo completo puede llegar a costar 4.000 euros, debido a que los propios trajes están preparados para altas temperaturas, pero también para una correcta transpiración que no dificulte la labor del trabajador. Del mismo modo, los cascos funcionan a través de vibraciones del cerebro, para que puedan hablar entre ellos sin necesidad de pulsar ningún botón, lo que agiliza cualquier situación.
Vehículos y almacenes de herramientas para intervenciones
La propia situación de salida de los vehículos es especialmente buena. La avenida de Salamanca es amplia y de dos carriles para que puedan salir sin problema, hecho que se pensó durante la construcción del parque.
En caso de que esto ocurriera, tendríamos a disposición de la ciudadanía una gran flota. (para visualizar la galería pulse aquí).
Antes hablábamos de la joya de la corona, de la autobomba con brazo de 43 metros. Una auténtica arma para combatir el fuego en el que la tecnología se pone al servicio de los trabajadores del parque. Primeramente, todo está preparado con diferentes botellas de agua y geles con vitaminas, pero esto no es lo mejor.
Lo curioso viene en cuanto a la seguridad del mismo, ya que los cinturones son los propios chalecos con bombonas de aire. Cuidadosamente preparados, una vez que llegan al lugar, tiran de una cuerda que desengancha los mismos del vehículo y pueden salir a la emergencia.
Asimismo, tienen diferentes recordatorios de los ángulos que puede alcanzar este camión, con una capacidad que puede llegar bajo tierra. La extensión máxima de los apoyos de la autobomba también vienen marcados, para que todo bombero que se suba sepa qué es lo que hay que hacer.
Previamente, hay que vestirse, y nada más llegar al propio parque de bomberos, cada uno coge su ropa de sus taquillas. Numerada para cada uno de los integrantes de la plantilla. Como es lógico, cada uno se encarga de lo suyo.
No solo esto, en cada una de las vestimentas hay un PTT para comunicarse, aparte del que hay en el casco. Además, en el vestidor tienen todo preparado en el caso de que haya una urgencia (para ver la vestimenta de los bomberos en el parque de Salamanca pulse aquí).
Cabe destacar, que dentro del módulo dos donde se situa todo esto, también están los talleres, donde se realizan prácticas, se reparan los vehículos o se almacena el resto de equipo. Desde mangueras de repuesto, diferentes máquinas para la limpieza de cascos y mascarillas, almacenamiento de bombonas, maderas o bocas riego.
Del mismo modo, habría que destacar que toda la maquinaria disponible es de última tecnología, tanto para garantizar el buen funcionamiento de los vehículos, como una rápida actuación en las incidencias a las que vayan.
Preparación física, entrenamiento y centro de formación
Los módulos uno, tres y cuatro son unas de las claves por las que se construyó el Parque Central del Servicio de Extinción de Incendios y de Salvamento. Con respecto al uno, es donde se encuentra toda la administración con los trabajadores del mismo. Además, hay un salón de actos y diferentes aulas destinadas para la formación de futuros bomberos.
Allí suelen pasar muchas horas del año, tanto enseñando como aprendiendo, siendo profesores y alumnos, porque si algo tiene muy importante esta profesión, es la constante formación.
Para que veamos unos ejemplos, durante el mes de septiembre de 2024 se han impartido cursos de lunes a viernes. Tanto “Procedimiento operativo de comunicaciones”, “Características, manejo y estabilización de camillas NEST”, “Apeos y apuntalamientos”, “Manejos de vehículos de altura”... y así hasta que se forme todo el personal que forma parte de los bomberos de Salamanca.
En lo que respecta a lo físico, tienen un monitor que día a día los prepara. Estos entrenamientos están monitorizados por un tutor que, exhaustivamente, prepara a los bomberos para el trabajo diario. Aparte de esto, hay un gimnasio y una cancha para realizar diferentes tipos de deportes, que pueden utilizar en sus ratos libres.
Del mismo modo, cuentan con canchas de volleyball, escalada y todo tipo de artilugios, algunos preparados por sí mismos, que también sirven para la preparación física. Además de cultivar la mente, el cuerpo es pieza clave, debido a que soportan en muchas ocasiones más de 25 kilogramos a las espaldas.
Para prepararse de cara a incidentes que tengan que ver con el agua, existe una piscina de siete metros como máximo donde se realizan diferentes prácticas también. Todas ellas monitoreadas a diferentes niveles a través de una ventana para saber que la persona se encuentra bien en todo momento.
Centro de formación en el parque de bomberos de Salamanca
Vamos con otra de las joyas que tiene el lugar, la gran torre que se ve desde cientos de metros. La torre de prácticas con todo tipo de situaciones para preparar a los bomberos. Entre los diferentes niveles, existe el bajo, donde hay un garaje con el supuesto de un coche quemándose, tanto interna como externamente, y así ponerse en cualquier tipo de incidencia.
Subiendo por las escaleras, nos encontramos aperturas de puertas, pruebas de altura, pozos de 10 metros para realizar rescates… todo lo necesario para que los futuros apagafuegos logren adquirir los conocimientos necesarios para ser bomberos. Y es que la preparación tiene que ser total, ante cualquier problemática que se dé. Para conocer más en profundidad esta torre, se puede acceder con la galería de aquí.
Una de las partes más curiosas de la formación es la jaula, donde realizando una serie de ejercicios previos para estar ‘cansados’, los bomberos entran en un recinto vallado, a oscuras y monitoreado por cámaras infrarrojas, de cara a encontrar un objeto y salir del laberinto lo más rápido posible. Un trabajo de orientación y de claustrofobia no apto para todos los públicos.
Ser bombero es una de las profesiones más complicadas. La destreza mental y física, además de saber tratar cualquier tipo de situación, en algunos casos con las propias personas, hace que el nivel de dificultad de acceso a ello se incremente. No cualquiera puede serlo, y es normal, a sabiendas de que pones en riesgo tu vida para salvar la de los demás.
Desde 1995, el parque de bomberos ha servido de referencia de cara a otras ciudades e incluso a otras comunidades autónomas. En Castilla y León, es sin duda el más preparado, y no es para menos cuando la Junta de Castilla y León forma a su persona en el de la capital del Tormes.
Como es lógico, y a recalcar, muchos problemas que atienden los bomberos, como nos explicaba el propio jefe de los mismos, está en que las personas no suelen conocer los protocolos a seguir. Con una buena educación sobre ello, se podrían llegar a evitar muchos problemas leves que se convierten en graves.
Las indicaciones son claras en estos aspectos, primero las personas y después el incendio, sin olvidar en ningún momento que son autoridad, y lo que digan ellos, literalmente, se tiene que realizar para evitar cualquier tipo de desgracia.