Local

GALERÍA | Los edificios racionalistas, testigos del desarrollo de Salamanca y objeto de amenaza por "las comodidades de la sociedad actual"

Estas construcciones son propias de los años 30 y se caracterizan por ser funcionales y pobres en ornamentación

Edificio racionalista en la Gran Vía de Salamanca

El plateresco es uno de los estilos más característicos de la arquitectura salmantina. Basta con pasear por el casco antiguo de la ciudad para descubrir sus elementos en edificios tan emblemáticos como la Universidad de Salamanca, el Palacio de Monterrey y la iglesia de San Esteban.  El gótico tardío, el renacentista y el barroco son otras formas artísticas presentes en las construcciones de la capital, lo que suscita el interés de numerosos turistas y constituye motivo de admiración y orgullo para los habitantes charros. Lo que muchos desconocen es que esas edificaciones conviven con muestras de la principal tendencia arquitectónica de la primera mitad del siglo XX: el racionalismo.

Las construcciones racionalistas “son funcionales, pobres en ornamentación y destacan por su sencillez y formas lisas. Son propias de los años 30”, mantiene Jesús Delgado, secretario de la asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio en Salamanca. Precisamente, de esa época es el edificio de viviendas ubicado en la plaza del Liceo y responsable de inaugurar el movimiento moderno en la capital del Tormes. “Es una obra más pura y rotunda que otros ejemplos contemporáneos pues basa su expresión formal en un volumen redondeado estricto y prescinde de balcones rehundidos y de ornamentación”, recoge la Guía de Arquitectura de la ciudad.

Edificio racionalista en la plaza del Liceo

No muy lejos se encuentra el edificio de viviendas ubicado en la confluencia entre Gran Vía y Canalejas. Proyectado por el arquitecto extremeño Eduardo Lozano Lardet en 1934 y finalizado 1936, cuenta con un "torreón octogonal que se separa de sus laterales ligeramente y solo supera la cornisa por un peto moldurado que juega con el tratamiento del último piso", señala Miguel Ángel Baldellou Santolaria en 'La recepción del racionalismo en el interior'. Otros ejemplos se encuentran en la calle Azafranal o en Pozo Amarillo. 

Edificio racionalista en la Gran Vía

El barrio del Oeste, junto al centro de Salamanca, es una de las zonas con más ejemplos de arquitectura racionalista y moderna. De entre todos ellos, destaca especialmente la construcción ubicada en la calle de Fray Luis de Granada con vuelta a Padre Manjón por "su limpia composición de acuerdo con las características del estilo". Es de 1935  "presenta una pronunciada esquina en rotonda con balcón y marquesina voladizo", subraya la asociación ZOES en su página web. 

Edificio racionalista en el barrio del Oeste

Problemas de conservación

La mayoría de los edificios racionalistas de Salamanca capital están catalogados y, por ende, cuentan con protección, ya sea ambiental o estructural. Esto no evita que arrastren problemas de conservación, “los mismos que tienen otras construcciones de la ciudad”, debido a que los responsables municipales de urbanismo y patrimonio no instan a tomar “medidas preventivas de limpieza y mantenimiento” ni “subsanan con prontitud cualquier deficiencia”, denuncia Jesús Delgado.

Edificio racionalista en el centro de Salamanca

“Pero, sin duda, las amenazas más fuertes y eficaces en la destrucción y transformación de estos edificios son los nuevos usos y las comodidades que pide la sociedad actual”, añade. Algunos, por ejemplo, han sido rehabilitados para empleo turístico, perdiendo así la distribución de interiores y “elementos característicos de su momento, como los suelos hidráulicos”. La identidad de las construcciones se ven igualmente comprometidas por la “brutal” intervención de los portales y zonas de acceso a las mismas. “Se han perdido puertas, revestimientos, cortavientos… cuando solo se pretendían salvar dos escalones”.

Otros edificios han corrido peor suerte y han sido totalmente demolidos pese a su interés y a ser referentes en sus respectivas zonas, como el de grandes dimensiones que se situaba en la calle Álvaro Gil y la antigua fábrica de chocolate que se situaba entre Pedro Mendoza y Torres Quevedo. “El Ayuntamiento no los consideró en 2017, al igual que los que quedan en pie y no están catalogados. Puede que ni los conociera, pero fueron erigidos en un momento en el que los barrios se estaban desarrollando, creando los primeros trazados de las calles… Eran las primeras construcciones”, defiende el secretario de Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio en Salamanca.

GALERÍA | Edificios racionalistas de Salamanca

Comentarios
GeoVeo Hace 4 meses (29/02/2024 17:35)
El PGOU vigente, fuera de las rondas del casco antiguo, dejó sin protección a casi todos los edificios con cierto valor arquitectónico entre los que están los ya citados. Pero en la actualidad nos encontramos con construcciones/rehabilitaciones en el propio casco antiguo, su parte histórica-artística incluida, en los que se vienen haciendo edificios que no son de recibo en un recinto declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1988. Claro que habría que preguntarse si es la zorra quien cui
Alejandro de la Sota Hace 5 meses (19/02/2024 21:28)
Hay un edificio de los años 60 en Salamanca, de un arquitecto muy conocido en la Historia de la Arquitectura, en el cual una vecina ha plantado un armazón de madera que no pega ni con cola en su piso y los vecinos no han dicho nada.
Ver más
Addoor Sticky