Su voz era una de las más escuchadas de Salamanca y, pese a su situación de desamparo, se había convertido en uno de los personajes más pintorescos de la ciudad. Sin embargo, los salmantinos ya no volverán a oirle.
Se llamaba Juanma, pero todo el mundo lo conocía como Mayudan, porque así comenzaba siempre su frase --con una especial entonación-- para pedir dinero a los viandantes. Juanma ha fallecido en las últimas horas y, aunque su vida no fue fácil, será recordado como uno de esos personajes peculiares de la ciudad.
Porque, ¿qué salmantino no ha escuchado alguna vez por las céntricas calles de la ciudad esa voz diciendo: ¿?me ayudan, que tengo hambre, tengan compasión por favor??
Descanse en paz.