El Instituto de Estudios de la Ciencia y la Tecnología (eCyT) de la Universidad de Salamanca ha presentado en la mañana de hoy la exposición fotográfica con un acto de presentación en el que participaron el director del Instituto eCyT, Santiago López; la profesora de la Universidad de Salamanca, Esther Sánchez; el delegado investigador del CSIC, Lorenzo Delgado.
Durante el recorrido por la galería podremos observar fotografías de la investigación científica realizada en Estados Unidos, bases militares y relaciones bilaterales, formación e intercambio técnico, energía nuclear, carrera espacial y modernización en Castilla y León.
El aislamiento internacional que siguió a la Segunda Guerra Mundial, el régimen franquista se propuso conseguir, desde los años 50, una mayor integración económica, política y militar en el bloque occidental. Como parte de ese proceso, la dictadura vio en la asistencia científico-técnica procedente del extranjero una palanca para promover el crecimiento económico interno y acercarse a los países desarrollados. España encontró en Estados Unidos un apoyo para modernizar su sistema científico y converger con las naciones del llamado Primer Mundo, además de facilitar su acceso a organismos multilaterales.
La superpotencia estadounidense fue pionera en las políticas de I+D. Dando así a Estados Unidos una superioridad de su modelo frente a la Unión Soviética durante el conflicto de la Guerra Fría.
Colaboración científica
El gobierno de Estados Unidos ofreció a la España de Franco su colaboración científica a cambio de que esta le proporcionase el uso de las bases militares. Así quedo recogido en los pactos bilaterales de 1953. Dos de los principales campos de cooperación científica hispano-estadounidense fueron la energía nuclear y la investigación aeronáutica y espacial.
La ayuda estadounidense en ambos campos tuvo una importante faceta formativa, mediante la colaboración con la Junta de Energía Nuclear (JEN) y el Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica (INTA).
Este proceso tuvo un gran impacto en provincias que hoy conforman Castilla y León. La asistencia exterior influyó en la mejora de las capacidades industriales, organizativas y científico-técnicas de la región, sobre todo en tres de sus sectores más dinámicos: la automoción, incluyendo la industria auxiliar de piezas y componentes, la energía eléctrica y la industria agroalimentaria.