Los expertos reunidos en el III Simposio Nacional de Oncología de Precisión han coincidido en proponer para España el modelo francés de implantación de una plataforma nacional de Oncología de Precisión, ya que "aliviaría la elevada inequidad entre comunidades autónomas (CCAA) en el acceso a herramientas e innovaciones que mejoran diagnóstico y tratamiento en los pacientes con cáncer", según han expuesto.
Concretamente, tal como demanda el co-coordinador del Simposio y jefe de Oncología del Complejo Hospitalario de Vigo, Joaquín Casal, "España necesita un plan estratégico de Medicina Personalizada de Precisión que permita extender los avances en genómica a todos los rincones del Sistema Nacional de Salud".
De este modo, según ha expuesto, mejoraría ampliamente el alcance a las innovaciones en medicina personalizada por parte de los pacientes, independientemente de su lugar de residencia. Ejemplo de ello es la identificación de biomarcadores a través de técnicas precisas que permiten hacer múltiples determinaciones sin necesitar una gran cantidad de tejido, y que vienen de la mano de la secuenciación masiva (NGS), una versión del 'big data' en el ámbito molecular.
Otro de los aspectos analizados ha sido el comportamiento o receptividad de la medicina personalizada o "a la carta" en distinto tipo de tumores. En este sentido, como se ha visto, el cáncer de pulmón se muestra como paradigma pues, tal como explica el oncólogo del Complejo Hospitalario de Vigo, Martín Lázaro, "es uno de los tumores que representa perfectamente cómo ha evolucionado la identificación de biomarcadores y el desarrollo de fármacos dirigidos contra ellos". En este sentido, ha añadido que actualmente se dispone de más de 5 marcadores que ayudan a elegir el mejor tratamiento para cada persona".
Además, el simposio de este año aborda también la situación de la radioterapia en ese ámbito. Así, se ha explicado cómo se tiende a la desintesificación en función de las diferentes características del paciente o del tumor; el análisis de los mecanismos moleculares implicados en la respuesta tumoral a altas dosis de radiación; la influencia de la variabilidad genética en la eficacia o toxicidad del tratamiento; y el desarrollo de nuevas formas disruptivas de administrar radioterapia.