El trabajo, que se ha hecho a partir de análisis de datos obtenidos por satélite y con simulaciones climáticas en el hemisferio norte desde 1982 al 2011, ha establecido esta conexión y ha precisado que "la influencia del verdor temprano en la sequedad del suelo es más compleja" de lo que inicialmente se suponía, ha señalado el responsable del estudio, Xu LIan, en un comunicado de la UAB.
En este sentido, esta observación ha descubierto que dos fenómenos que se producen en estaciones del año diferentes están conectadas, y además ha determinado que esta "gran cantidad" de agua que va a la atmósfera se recupera en forma de precipitación posterior y supone un alivio.
Asimismo, el hallazgo ha permitido detectar beneficios en Siberia y en algunos terrenos de cultivo de Europa, porque "un índice de evaporación mayor de lo habitual, justamente gracias a la evaporación en otros puntos ubicados a su oeste" y así, se descargan en estas áreas, debido a la circulación de masas de aire de oeste a este, pasando por los Montes Urales.
El trabajo, tal como han apuntado sus responsables, "puede explicar en parte las situaciones extremas actuales" como las recientes sequías de la latitud norte y han concretado, a partir de simulaciones climáticas, que la sequedad de la Tierra en verano, por esta conexión con la primavera, puede alargarlos y que sean extremadamente calurosos del orden de un día por década e incrementar la temperatura 0,07 grados en el mismo periodo.