Hace unos años, en España se consideraba un "peligro" ducharse tras el parto o en los días de menstruación en las mujeres. No obstante, numerosos mitos han ido desapareciendo y las duchas son una acción diaria y común en la mayoría de personas.
A pesar de ello siguen surgiendo numerosas dudas sobre cada cuánto tienen que ser estas duchas, durante cuánto tiempo o con qué tipo de jabón. A través de MARCA.COM se recogen una serie de recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según la organización, la ducha debe limitarse a cinco minutos para que haya un uso sostenible de agua y energía (que no supere los 95 litros de agua de consumo medio diario), tiempo que los españoles excedemos.
Respecto al tipo de jabón, “lo importante para respetar la piel es utilizar un jabón neutro y sin perfume. Para mucha gente si el jabón no huele bien, ya no es un buen jabón. No consideran que están limpios si no huelen a perfume”, afirma Seguí.
Y es que utilizar demasiado, o de un tipo inadecuado no es un tema baladí para nuestra piel. Cieza Díaz señala que el principal impacto que tiene es la destrucción de las barreras protectoras de la piel (el manto hidrolipídico) y la apertura de puertas a distintos gérmenes.
“Los dermatólogos recomendamos utilizar una emulsión sin jabón o un aceite de ducha, que es lo que más me gusta personalmente”, continúa la portavoz de la AEDV. “Se fabrican sin conservantes, sin parabenos y sin sustancias alergénicas. Estos jabones los puede utilizar todo tipo de piel, pero son necesarios en pieles secas o atópicas, ya que protegen la piel y aumentan el nivel de hidratación. Su fórmula ultra suave respeta el equilibrio cutáneo”.
Además, "las duchas tienen que ser con masajes suaves con la mano (no hace falta usar esponjas agresivas), agua tibia y cortas. Las zonas que producen mal olor, donde debemos incidir, son las axilas, ingles, genitales y pies”, recomienda Cieza, quien añade que las personas con piel atópica, al igual que los ancianos son los que más se van a beneficiar de duchas cortas, poco frecuentes, con agua tibia y no muy caliente. La razón es que tienden a tener la piel más seca, con picores y dermatitis.
“En el caso de clima caluroso, acudir al gimnasio o realizar una actividad física intensa, se puede hacer una segunda ducha, pero utilizando jabón solo en las zonas que tienen mal olor o sudoración excesiva”, apostilla, Seguí.
Por último, en personas con tendencia acneica, es decir, piel grasa, se puede permitir ducharse o utilizar jabón con mayor frecuencia.
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