La aparición del moho en los alimentos es una visible señal de que dicho alimento está deteriorado y no conviene comerlo, o eso es lo que hemos escuchado hasta ahora.
El moho siempre es sospechoso, aunque hay alimentos que, aunque lo tengan pueden comerse.
Seguro que en más de una ocasión te has topado con una fruta o con una comida que no necesariamente tiene que estar en mal estado pero que contiene moho. Esto puede hacer que dicha comida se vaya al traste, que sería lo más normal puesto que “los típicos mohos verdes, blancos o negruzcos que invaden los alimentos son hongos que los colonizan y se nutren a su costa, llegando a penetrar profundamente en su interior a través del micelio, unas finas ramificaciones difíciles de percibir a simple vista”, señala OCU.
Además, el moho puede ser muy perjudicial para la salud, ya que contiene micotoxinas que son unas sustancias muy tóxicas que pueden producir cáncer. También contienen bacterias patógenas perjudiciales para la salud.
Así que lo más recomendable cuando nos topamos con una comida a la que le ha salido moho es tirarla a la basura, aunque sea un desperdicio. Pero mejor eso que tener que lamentarnos después, ya saben a veces ‘es peor el remedio que la enfermedad’.
Sin embargo, hay tres alimentos a los que se le puede retirar el moho y comer sin ningún tipo de problema: hablamos del jamón y los embutidos curados como el salchichón, el chorizo o el lomo. Los quesos duros también se pueden comer, tan solo hay que retirar la capa de moho. Las frutas y los vegetales también se pueden comer sin problema. Hablamos de las zanahorias, el pimiento o el repollo, a las que solo hay que rascar con el cuchillo el moho, lavar bien y listas para cocinar.
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