El acné no es solo cosa de la adolescencia. También puede aparecer en la etapa adulta y se le denomina como 'acné tardío'. Suele considerarse como tal aquel acné que debuta después de los 25 años y que muchas veces se prolonga hasta los 50 años.
Así lo afirma en una entrevista con Infosalus el doctor Álvaro León, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Ribera Povisa (Vigo), quien reconoce que es más frecuente en mujeres, pudiendo alcanzar tasas de hasta el 50% de las mismas. "La mayor parte se trata de cuadros de acné resistentes y persistentes leves-moderados desde la adolescencia, aunque también puede haber casos de nueva aparición", apostilla.
Además de los factores desencadenantes comunes a todos los cuadros de acné, que incluyen la obstrucción y retención en la unidad pilosebácea, el aumento de secreción sebácea, y la presencia del agente 'Propionibacterium acnés', la predisposición familiar o un mayor estímulo de ciertas hormonas como la deshidroepiandrosterona sulfato, en la edad adulta parece que otros factores juegan un papel importante, detalla el doctor León.
"Así el estrés, la obesidad, la dieta, el tabaco, los cosméticos, el lavado excesivo de cara, o ciertas medicaciones como los corticoides sistémicos o antiepilépticos, incrementan la aparición y la gravedad del acné tardío. También hay que descartar la posibilidad de alguna patología endocrina subyacente como el Síndrome del Ovario Poliquístico en pacientes que presenten ciertos síntomas compatibles", afirma este experto.
Por su parte, el doctor Óscar Suárez Amor, dermatólogo Hospital Ribera Juan Cardona (Ferrol) mantiene que se debe consultar sobre el acné en las personas adultas especialmente en tres situaciones concretas: Los casos severos, los que ocasionan cicatrización y aquellos que asocian repercusión psicológica. "También incluiríamos los casos leves o moderados que, a pesar de un correcto tratamiento realizado en Atención Primaria, no han mejorado", apostilla.
Cómo se puede tratar el acné en los adultos
Con todo ello, el doctor Álvaro León, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Ribera Povisa (Vigo), indica que la primera línea de tratamiento incluiría los tratamientos tópicos con peróxido de benzoilo, o los retinoides, estos últimos comenzando de forma progresiva en las primeras semanas para evitar irritación. "Los antibióticos sistémicos, como las tetraciclinas también son usados, pero su acción es más lenta y no suelen ser tan eficaces como en la etapa de la adolescencia", agrega.
Por otro lado, apunta que las terapias orales más eficaces suelen incluir antiandrógenos (como los presentes en algunos anticonceptivos o la espironolactona) o el uso de la isotretinoina oral, que en estas etapas se utiliza con frecuencia a dosis bajas o de forma intermitente.
"En el caso de las lesiones pigmentadas residuales se emplean retinoides o ácido azelaico tópicos. Para intentar una mejoría en las cicatrices postacné se puede recurrir a tratamientos con 'peelings' o láser en centros con profesionales cualificados para ello", agrega.
Mientras, el doctor Suárez Amor sostiene que el tratamiento del acné adulto es más difícil que el del acné que se presenta en la adolescencia ya que es más resistente a los tratamientos, y además las recurrencias son frecuentes. "En las mujeres, cuando el acné adulto se asocia a alteraciones menstruales, alopecia, o a un aumento del vello corporal (hirsutismo) se debe considerar la posibilidad de que exista una alteración hormonal subyacente, como por ejemplo un síndrome del ovario poliquístico", subraya este especialista.
Un impacto mayor que en la adolescencia
En último lugar, el doctor Óscar Suárez Amor, dermatólogo Hospital Ribera Juan Cardona (Ferrol) advierte de que según algunos estudios, el impacto psicológico, social, y emocional del acné en la edad adulta es mayor que el que tiene en la adolescencia.
"A nivel cutáneo, las principales complicaciones son la aparición de cicatrices y las 'manchas' (hiperpigmentación postinflamatoria) como consecuencia de las lesiones de acné", agrega este experto.