El visible y peligroso estado en el que se encuentra el edificio que está rodeado por las calles Santa Marta, Batuecas y Candelario ha llegado al pleno municipal tras una pregunta del concejal de Vox, Alejandro Miguel Pérez de la Sota, que ha sacado a relucir el riesgo de los vecinos dada las obras que se realizaron en el establecimiento de planta baja donde se situaba la Escuela de Hostelería de Salamanca.
Precisamente, durante el pleno se ha abierto un debate entre Pérez de la Sota y el concejal de Urbanismo, Fernando Carabias, sobre las necesidades de actuación sobre este edificio y de las limitaciones y cumplimientos del Ayuntamiento al respecto.
Así, tras la preguntas de la situación del edificio y de a quién se le concedió la licencia de obra por parte del concejal de Vox, Carabias ha confirmado que la misma se concedió a la Escuela de Hostelería de Salamanca por un proyecto firmado por un técnico competente. Sin embargo, tras las obras, y en enero de 2019, el Ayuntamiento “recibió un aviso del servicio de inspecciones tras detectarse dos aplastamientos en una hilera de ladrillos de la planta baja”.
Según ha afirmado el concejal de Urbanismo, en enero de 2019 se desalojó una parte de las instalaciones y el 25 del mismo mes se ordenó el desalojó completo de la Escuela de Hostelería de Salamanca y su precinto dado el riesgo que suponía para los usuarios. Así mismo, ha expuesto una serie de requerimientos y de actuaciones urgentes a la comunidad de propietarios que ha finalizado con la elaboración de un informe técnico del “que esperemos el informe final”.
Una respuesta que no ha convencido al concejal de Vox y que ha reiterado que los vecinos tienen que vivir entre grietas sin ser los culpables: “No son culpa suya, como usted ha manifestado es por unas malas obras de la Escuela de Hostelería”, además de apoyarse en el informe técnico del ayuntamiento para hablar de una situación donde “no está asegurada la seguridad, por eso pidió una actuación urgente”.
Por último, ha preguntado si se va a espera a que haya una situación de catástrofe a lo que Fernando Carabias ha explicado que “el edificio no está en buenas condiciones, pero no para que se caiga de un día para otro. El Ayuntamiento necesita un informe que avale esa actuación”.