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De esta forma se puede evitar la intoxicación por salmonelosis: el gran problema del verano si no se utilizan las medidas sanitarias adecuadas

La Dirección General de Salud Pública ha dado una serie de consejos a seguir para evitar una de las intoxicaciones alimentarias más frecuentes del periodo estival

Huevos de gallina. Foto EP

La salmonelosis se ha convertido en una de las enfermedades transmitidas a través de los alimentos que más ha puesto en vilo a la Unión Europea y a España. Los alimentos donde más se han encontrado estos microorganismos, que podrían llegar a complicarse si no se trata a tiempo, son algunos comer productos del huevo o de la carne de cerdo poco cocinada, o en productos lácteos cómo la leche cruda, es decir, la que no está pasteurizada. Además de estos, en el propio marisco también se podría llegar a encontrar.

Uno de los acompañantes que más se ponen de moda en las comidas es la mayonesa o incluso postres con claras batidas o cremas, con lo que habría que tener mucho cuidado también. 

Bacteria salmonella, salmonela

Este germen se puede llegar a encontrar también en el agua o en el medio ambiente que ha sufrido esta contaminación debido a las heces y los excrementos de diferentes aves o animales contaminados. Asimismo, las bacterias suelen transmitirse por superficies que no han estado correctamente desinfectadas, por la suciedad que podemos tener en nuestras manos o por alimentos que no se han cocinado el tiempo suficiente.

Para saber qué síntomas se suelen dar primero están la fiebre, diarrea, dolor de cabeza, náuseas o dolor abdominal, y como es lógico, se suele ver incrementada en verano debido a que son una serie de bacterias que se reproducen más rápido por encima de los 30 grados.

Antes de entrar de lleno en los consejos que harán que no contraigamos salmonella, que podría dejarnos ingresados en el hospital durante varios días o incluso semanas, conviene recordar que hay que seguir una serie de medidas sanitarias para, además de evitar la contaminación cruzada, mantener los alimentos en una correcta conservación de los alimentos.

La Dirección General de Salud Pública de la consejería de Sanidad ha incidido en la necesidad de tener mucho cuidado durante la época estival, y que las medidas de precaución a tomar son muy sencillas y evitar problemas futuros que se pueden llegar a convertir en graves.

Imagen de archivo de la cocina del Nuevo Hospital de Salamanca | Foto facilitada por Sacyl

Evitar la salmonella: pasos muy sencillos y al alcance de todos

Ya sabemos que uno de los grandes focos donde se podría dar la salmonelosis es en la hostelería, debido a la gran cantidad de alimentos que se manipulan a lo largo del día, pero se pueden dar en más lugares, cómo es lógico.

Primeramente, se tendría que lavar las manos con agua caliente y jabón al comenzar la jornada laboral, después de ir al baño y, absolutamente siempre, antes de preparar a servir las comidas en las mesas. Aunque se hable de los restaurantes y bares con pinchos de la ciudad, sería perfectamente aplicable a los domicilios y viviendas particulares para evitar sustos.

Del mismo modo, en caso de que tuviéramos otras patologías como diarrea, habría que extremar el cuidado con los alimentos, además de tener mucha higiene personal y mantener a los animales alejados de los lugares donde se vayan a preparar los platos.

En definitiva, habría que ser muy exigente con todo lo que tenga que ver con medidas sanitarias de calidad y necesarias, así como conservar unos buenos autocuidados en cuanto al aseo que podemos tener con nosotros mismos.

imagenes archivo alimentos supermercado. EP

Dónde compramos los alimentos y cómo conservarlos

En un principio, y lo que habría que tener en cuenta de primeras, sería adquirir los productos en supermercados o tiendas que estén autorizados para la venta, exigiendo la documentación comercial si hiciera falta. Además, habría que refrigerar todas las carnes, pescados y mariscos adecuadamente, impidiendo que cualquier líquido llegue a tocar los demás alimentos, para evitar la contaminación cruzada. 

En el caso de los huevos, habría que comprar únicamente los de categoría A, y con cualquier fisura o rotura que puedan tener, desecharlos inmediatamente, sobre todo en los establecimientos de restauración. Asimismo, el lugar de almacenamiento de los huevos tiene que ser fresco y seco, además de respetar la fecha de caducidad, como es lógico.

Está claro que habría que comprar en cualquier establecimiento autorizado para ello, evitando en todo momento la compra ambulante, donde se podrían dar casos de salmonela en los alimentos, y evitar cualquier incidente mayor.

Fuego de cocina con ga. Foto EP

La preparación de la comida: de forma segura extremando la precaución

Las superficies, recipientes y utensilios, que hayan estado en contacto con alimentos o lo vayan a estar, deberían limpiarse tanto antes cómo después. En restaurantes, se tendría que utilizar ovoproductos en vez de huevos frescos, sin romper el huevo al utilizarlo, si se hiciera, en el borde del envase donde se vaya a batir para cocinar o elaborar cualquier comida.

Cualquier alimento que no esté suficientemente cocinado, como los huevos de las tortillas o carnes de cerdo, son un foco de riesgo para contraer salmonela si alguno de los productos estuviera infectado.

Para separar las claras de los huevos, sería conveniente no utilizar la propia cáscara del huevo; y en el caso de los pescados y mariscos, habría que cerciorarse de que estén lo suficientemente cocinados.

Archivo - Dos camareros tras la barra de un bar de Madrid. - Eduardo Parra - Europa Press - Archivo

Mucho cuidado: la comida preparada también se tiene que conservar adecuadamente

Una vez cocinada la comida, habría que evitar en todo momento que entre en contacto con los productos crudos. Asimismo, a la hora de mantenerlos refrigerados, los envases herméticos serán nuestros fieles aliados.

Cuanto más, menos, es decir, los alimentos con poca vida útil para ser consumidos, se tendrán que guardar a ocho grados; mientras los que puedan durar más en frigorífico, se tendrían que mantener a unos cuatro grados. Cualquier tipo de salsa, sobre todo la mayonesa, una vez abierta, se tiene que mantener mientras sea utilizable en la nevera. 

Aquellos alimentos que tengan que permanecer calientes, se tendrá que realizar a unos 65 grados como mínimo. Los productos que estén congelados y se puedan volver a comer, tendrán que alcanzar en el centro, también, 65 grados.

Por último, si las comidas están preparadas sobre la barra de un bar en la propia mesa de nuestra casa, tendrán que permanecer con la adecuada protección para evitar que haya cualquier tipo de contaminación.

Comentarios
Viva la libertad, carajo!!! Hace 5 días (10/07/2024 08:13)
Estas recomendaciones quieren acabar con nuestra libertad, que la ya lo dice la libertaria madrileña Ayuso!!!!
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