Muchas personas sienten en uno o ambos oídos un sonido o zumbido y esto se conoce como tinnitus, para conocer más datos sobre esta afección el encargado de aclarar las cuestiones es Ángel Batuecas Caletrio, otorrinolaringólogo del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.
El tinnitus es una palabra inglesa que se utiliza para denominar a los “acúfenos”, que es su palabra en castellano. El acúfeno es la percepción en nuestra cabeza de un sonido que no procede de ninguna fuente externa, aclara el otorrinolaringólogo.
En cuanto a las causas del acúfeno la más frecuente según detalla el experto es un daño en la vía auditiva, ya sea dentro del oído o en los nervios que conducen el sonido desde el oído hasta el cerebro. Pero el otorrinolaringólogo añade que también puede aparecer por otras muchas causas como endocrinológicas, hematológicas, toxicológicas… etc. Una causa cada vez más frecuente de aparición de acúfenos y en personas jóvenes es la exposición a ruidos intensos, recalca.
En relación a la sensación que experimenta alguien que tiene tinnitus, Batuecas esclarece que es la de estar escuchando permanentemente un sonido. Este sonido puede parecerse a cualquier tipo de sonido exterior: el pitido de una alarma, el ruido del motor de una lavadora, el de una radio desintonizada, e incluso se puede notar “como el latido del corazón” dentro del oído. Además, el especialista indica que la intensidad también es variable: los hay casi imperceptibles y en los que el paciente necesita estar en silencio absoluto para escucharlo y los hay de tal intensidad que el paciente no es capaz de dejar de oírlo en ningún momento, ni de día ni de noche.
Asimismo, Ángel Batuecas Caletrio explica que otra característica es que se puede modificar en función de la posición de la cabeza o que puede aparecer y desaparecer por temporadas.
El diagnóstico se basa en lo que cuenta el paciente tal y como aclara el otorrinolaringólogo ya que el acúfeno es un síntoma subjetivo, salvo en los casos en los que está producido por alguna alteración vascular y es sincrónico con el pulso (en los que se puede objetivar desde el exterior).
Por esto, insiste en que en el diagnóstico de un acúfeno es imprescindible la valoración por el otorrinolaringólogo, ya que hay que explorar los oídos y descartar alguna patología tanto en el oído externo como en el oído medio.
Además, por otro lado, el especialista insiste en que es fundamental la realización de una audiometría para conocer si el paciente presenta una hipoacusia o no, ya que es la causa más frecuente de la aparición de los acúfenos. En ocasiones hay que hacer, además, otras pruebas audiológicas como una logoaudiometría (para saber no lo que oye el paciente sino cómo entiende) o incluso una audiometría de alta frecuencia.
El otorrinolaringólogo aclara también que como algunas causas de los acúfenos están fuera del oído, a veces hay que realizar analíticas o pruebas de imagen que nos ayuden a encontrar el origen de ese acúfeno.
Sobre el tratamiento y cura el doctor explica que la mayoría de los acúfenos son de baja intensidad y no afectan a la vida cotidiana. En esos casos no precisan tratamiento ya que el ruido que nos envuelve en nuestro día a día es suficiente como para enmascarar ese sonido que tenemos dentro de la cabeza. Cuando la aparición del acúfeno es reciente o de moderada intensidad hay medicación que se puede utilizar, pero el nivel de eficacia es muy variable.
En cambio, según especifica el otorrinolaringólogo en los casos en los que sí repercute en nuestro día a día y si están asociados a la pérdida de audición es fundamental adaptarse un audífono, pues el sonido que entra a través de los audífonos consigue ensombrecer el del acúfeno. Si el grado de afectación y condicionamiento de la vida cotidiana que produce el acúfeno es muy elevado es importante realizar un tratamiento psicológico del mismo a través de una terapia que se denomina cognitivo-conductual y que, junto con la adaptación de audífonos, tiene un nivel de eficacia muy elevado.
A la pregunta de cuándo acudir a un especialista, Ángel Batuecas detalla que si se presenta un acúfeno que acaba de aparecer y no se asocia a ningún síntoma más como pérdida de audición u otros síntomas en el oído se puede esperar unas semanas, ya que muchos de esos acúfenos desaparecen solos. Pero si el acúfeno se cronifica o aparecen otros síntomas, se debe acudir al médico de Atención Primaria para su valoración. En aquellos casos en los que aparece un acúfeno brusco, de alta intensidad y acompañado de pérdida de audición, se debe acudir de forma inmediata, aclara el otorrinolaringólogo.
Por último y en cuanto al Hospital de Salamanca y sobre cuántos casos se dan al año y cómo se trata esta patología el experto explica que se calcula, en función de distintas investigaciones, que entre un 10 y un 25% de la población adulta lo padece. Por lo tanto, es uno de los motivos más frecuentes de consulta en nuestra especialidad, junto con la hipoacusia, sobre todo en la población mayor.
Además, el otorrinolaringólogo declara que acuden miles de pacientes a lo largo del año por este motivo a la consulta de Otorrinolaringología. Pero, por suerte, son pocos los pacientes que precisan de exploraciones complementarias más allá de una audiometría o de tratamientos sofisticados. En el caso de nuestro hospital disponemos de todas las herramientas diagnósticas para abordar los acúfenos, aunque como digo, en la mayoría de los casos no son necesarias, finaliza.