Algunas personas creen que la muerte es un proceso que va en contra de la naturaleza humana. Otras, sin embargo, opinan que la muerte es una etapa más de la vida. Sea cual sea la postura, el ser humano nunca estará preparado al cien por cien para aceptar su propia muerte o lo que es más difícil, la de sus seres queridos. Y es justo en este punto donde reside la crudeza del trabajo de los cuidados paliativos, aquellos que se le ofrecen a quien padece una enfermedad crónica avanzada que no tiene posibilidad de cura.
Desde Salamanca24horas, hablamos con Francisco Vara, jefe de Paliativos del Hospital de Salamanca. "Los paliativos son cuidados psicológicos, sociales, físicos, mentales y espirituales que buscan el bienestar y la comodidad de un paciente terminal y de sus familiares". Así lo ha definido el profesional, que además, ha querido hacer hincapié en que es un servicio muy importante para quienes rodean al enfermo pues "la familia es el apoyo y el cuidado principal del paciente. Deben practicar la escucha y la comunicación activa, pero sobre todo, ir en contra de la 'conspiración del silencio', el miedo a hablar sobre la muerte".
Los cuidados paliativos en el Hospital de Salamanca
En la provincia salmantina se registran anualmente más de 1.100 pacientes que requieren de estos servicios debido a enfermedades terminales tales como insuficiencia cardíaca, renal o respiratoria, entre otras. Es importante reconocer que el servicio de cuidados paliativos del Hospital de Salamanca lidera los datos a nivel nacional. En España, más de 126.000 requieren este tipo de atención y solo un 40% la recibe. Salamanca, afortunadamente, cubre hasta el 65% de los pacientes, pero "sigue sin ser suficiente".
Uno de los grandes problemas que afronta la Unidad de Cuidados Paliativos en términos generales es que los sanitarios no están formados únicamente a esta tarea. "El conocimiento sobre cuidados paliativos se nombra por encima en alguna asignatura durante toda la carrera o incluso en un tema de alguna materia", declaraba Eva Tejedor, trabajadora social en la Unidad de Paliativos del Hospital de Salamanca.
"No es fácil dedicarse a esto", respondía Vara. "Algunas personas me han dicho que es un trabajo para estar loco", continuaba. Y es que, según el profesional, hay ciertas palabras clave que deben definir a un buen profesional dentro de los cuidados paliativos: "humanidad", "empatía" y "vocación". "Es una labor más allá de administrar un medicamento, a veces, el síntoma físico no es el más importante", incidía Francisco Vara.
Ciertamente, llega un momento en el que el paciente ya no necesita quimioterapia, radioterapia u otras salidas. Es lo que se conoce como la 'mirada paliativa', cuyo objetivo es el bienestar del paciente, el control de sus síntomas, la reducción máxima posible de sus dolores y la buena relación con sus familiares. "Todo ello hace que el paciente viva más tiempo", ha asegurado el profesional.
Desde la Unidad de Paliativos del Hospital de Salamanca se ofrecen programas que luchan contra los enfermos terminales que viven solos y se les ofrece servicios y compañía a domicilio, además de colaborar con un amplio programa que colabora con residencias o servicios sociales para prestar ayudas inmediatas tales como la adaptación de una vivienda o la compañía del paciente.
"La unión hace la fuerza"
Tal y como ha explicado Francisco Vara, "la gente siempre tiene la esperanza de la curación" y ello hace el proceso de asimilación más difícil. Sin embargo, el profesional ha querido dejar claro que "nosotros vivimos día a día con el sufrimiento y también tenemos nuestro 'corazoncito', somos como un bloque de hormigón donde todo rebota". Y es en estas situaciones donde el apoyo del equipo de profesionales es crucial.
Por su parte, la trabajadora social de la Unidad, Eva Tejedor declaraba que para ella lo más duro es "que existen necesidades a las que ya no podemos dar respuesta. A veces no llegamos a tiempo y es imposible no preguntarte qué hubiera pasado si hubiéramos actuado antes", expresaba.
Para concluir, Vara ha querido lanzar un mensaje para que las personas sean capaces de afrontar la muerte: "Cuando nacemos, hay una celebración del bautizo; también la hay cuando tomamos la comunión o cuando nos casamos, pero, sin embargo, nadie celebra la muerte".