Javier Santaolalla, ingeniero, doctor en Física de Partículas e influencer, se ha convertido con 41 años en uno de los divulgadores científicos más importantes del planeta tierra de los últimos años gracias a la forma en la que tiene de transmitir todos los conocimientos adquiridos desde que comenzase a estudiar siendo joven.
No solo eso, sino que fue partícipe de las investigaciones resultantes del descubrimiento del bosón de Higgs, uno de los hechos más importantes en la historia de la física, además de ser una de las caras visibles de la Unión Europea para llevar a las aulas el saber de esta materia a los niños y niñas.
Se ha convertido, además, en un referente para lo más pequeños de la casa, jóvenes y mayores, gracias a las redes sociales, donde gracias al trabajo que ha ido realizando durante años pasados, ha conseguido casi cinco millones de seguidores en Tik Tok, y más de un millón en Instagram.
Santaolalla ha concedido una entrevista a SALAMANCA24HORAS, en la que ha explicado cuáles son sus metas en el futuro, lo que está realizando actualmente y cómo ha logrado sus objetivos con mucho estudio, trabajo y dedicación por lo que hace.
"No es necesario que los sueños vayan medidos en cantidad de personas, cantidad de clicks o que haya una repercusión medible"
Bueno Javier, lo primero de todo, ya eres un influencer de referencias en el mundo de la investigación, doctor en Física de Partículas, ingeniero... no sé si cuando empezaste en este mundo, sabías que ibas a tener esta repercusión entre la juventud.
Uno intenta dar siempre lo máximo, y desde luego, siempre, dentro de los planes de uno, está que las cosas funcionen bien y que sea exitoso el proyecto. Yo lo inicié hace unos diez años, y ciertamente, con las mejores actitudes y esperando que tuviera éxito. Lo cierto es que quizá no sabía que hasta este punto.
Claro.
Contento por un lado, porque es cierto que esto es un síntoma de que lo que he hecho hace diez años ha sido acertado y es un trabajo que ha sido muy bien recibido. Y por otro lado, tengo la misma actitud que hace diez años, de ambición, ya que quedan muchos sueños por cumplir y sigo dándolo todo y dando la mejor versión de mi, para que esos sueños se hagan realidad.
Con tantos seguidores, por ejemplo, que has conseguido, los sueños van in crescendo, y a lo mejor se hacen más grandes a medida que son menos sueños, ¿qué sueños hay entonces?
Bueno, no es necesario que los sueños vayan medidos en cantidad de personas, cantidad de clicks o que haya una repercusión medible. Al final mucho de los sueños van con respecto a la realización personal, estoy empezando a hacer proyectos que por suerte, a estas alturas, como ya tengo una carrera profesional bastante firme y asentada, puedo dejar de preocuparme por los números y enfocarme en los proyectos de vida. Cosas que me hacen sentir realizado. Y en este sentido, más allá de los números, que espero que funcionen, estoy proyectando sueños para empezar a integrar otras áreas del conocimiento dentro de mi proyecto. Por eso estoy estudiando Humanidades, porque el arte, la literatura conforman otra dimensión humana muy importante que se suelen dejar fuera del mundo de las ciencias, y de este modo creo que voy a enriquecer la visión sobre la vida, la realidad y sobre el propio conocimiento y lo que puedo contar. Y por otro lado, hay una cosa que siempre me ha llamado a mi la atención, como es la música, soy muy fan de la música, toco un instrumento.
¿Cuál?
El piano. Lo que pasa es que nunca he hecho estudios oficiales, siempre lo he hecho por mi cuenta y llevo más de diez años de estudio del piano. Ese es otro de mis sueños, poder integrar mis pasiones con mi profesión, para crear nuevas narrativas y nuevas formas de contar las cosas, y por lo tanto, descubriendo nuevos territorios. Creo que ahora mismo, mis ambiciones van en torno al descubrimiento y la exploración.
Ahora mismo, vemos cómo las redes sociales se han convertido en un punto de ataque a otros influencers. Se agradece en cierto modo, que al llevarlo más por la divulgación, la ciencia y la investigación, ya que te hemos visto en podcast como el de Jordi Wild, por ejemplo, y parece que hay una comunidad sana en torno a todo esto, lo que facilita que haya jóvenes que despierten ese sentimiento por la física, ¿no?
Desde luego, mi trabajo ha estado enfocado desde el principio a la creación de vocaciones científicas, en mi caso, es también bastante repetido a lo largo de la tradición educativa española donde me hice físico de rebote. A mi en el colegio no me gustaba la física, mis profesores de física no me inspiraron y motivaron, y descubrí la física de forma casual cuando yo ya tenía 20 años.
¿Cómo fue entonces?
Pues me regalaron un libro sobre ciencia en esa época, me puse a curiosear y dije: "Wow". De ahí nació toda esa pasión, pero eso me hizo reflexionar cuando ya me doctoré, sobre cuántos chicos y chicas no desarrollan su pasión por lo que les gusta o que tienen dentro, porque no llegan a conocerlo. Y a lo mejor no llegan a conocerlo, porque no encuentran a alguien que se lo cuente de una forma inspiradora. Mi trabajo siempre ha ido en esa dirección, en cuántos Javieres como yo habrá por allí que no están desarrollando su potencialidad o aquello por lo que vibran, simplemente porque no han encontrado a esa persona que se lo cuente de una forma diferente. Desde mi perspectiva y con mis herramientas, he intentado aportar a eso, a nuevas formas de comunicar para que más gente se acerque a la ciencia de una forma más amable que se suele dar en entornos académicos.
"Ínténtalo, fracasa, cáete, levántate... mézclalo con otras cosas, inspírate, sé curioso"
A lo mejor tendríamos que dejar ese mensaje, el de motivar a la gente que quiera estudiar. Un: “Vamos a hacer que surja la motivación por lo que quieren estudiar y potenciar esa motivación”.
Fíjate que yo tengo mucho cuidado cuando voy por América Latina, ya que fui profesor en brasil, y vi una realidad totalmente diferente a la que hay en España. Y hay que tener mucho cuidado con decir "haz lo que te salga del corazón". Son realidades donde niños están viviendo en favelas, que tienen que alimentar a toda su familia trabajando en una gasolinera, y este caso es real. A ese niño no le puedes decir eso, pero en España, yo creo que un altísimo porcentaje de la población tiene la suerte de contar con un entorno familiar y social que propicie que se puedan arriesgar y luchar por lo que realmente quieren hacer. En ese sentido yo me acuerdo cuando mi madre me decía, si quieres ser lo que sea siempre da la mejor versión de ti, ya que si das la mejor versión de ti, no tendrás problema para trabajar y una forma de realizarse con tu trabajo. Y tal cual es lo que recomiendo, las palabras sabias de mi madre.
Seguir avanzando poco a poco.
Sí. Está bien tener sueños, pero luego hay que trabajarlos. Da la mejor versión de ti, esfuérzate, trabaja, dedícate a ello, intenta buscar algo nuevo y original, inténtalo, fracasa, cáete, levántate... mézclalo con otras cosas, inspírate, sé curioso. Pero sobre todo eso, que esa lucha de los ideales, vaya acompañada con un toque de realidad. Hay que trabajar.
Claro, un si quieres puedes...
...pero siempre con esfuerzo.
¿Qué te parece si le dejamos un 'mensajito' a esos niños y niñas de Salamanca como divulgador científico e influencer?
Y sobre todo como ser humano, la vida es muy larga, es acumulativa y las cosas que te van pasando de joven y de adulto tienen su repercusión, y creo que la mejor forma de vivir la vida es experimentándola y disfrutándola al máximo. Eso implica pasarlo bien, tener amigos, disfrutar de la familia... hacer locuras de viajes, que creo que todo el mundo ya lo hace (risas), pero esso implica explorar la dimensión entera humana de saber qué es lo que quiero hacer, de explorar las vocaciones, explorar qué es lo que te hace sentir realizado, y eso muchas veces se olvida. Y eso surge de la curiosidad y de la búsqueda. Entonces, a parte de pasarlo bien, que busquen espacios para descubrirse a sí mismos, para explorar todas las dimensiones del ser humano, y encontrar dentro de ellas qué es lo que les apasiona.